La homosexualidad en Congo, permitida pero estigmatizada por ser "extranjera"

Bibi M., una joven futbolista congoleña, acaba de ser desalojada de su estudio en Brazaville tras ser acusada por sus vecinos de ser homosexual en un país donde la discriminación todavía pesa con fuerza sobre la comunidad LGTBI.

"Me acusan de traer al país costumbres extranjeras", explica a Efe esta joven nacida en República Democrática del Congo (RDC) y que emigró al país vecino para jugar como delantera centro en un equipo de fútbol femenino.

Recién expulsada de su estudio en el barrio capitalino de Moungali, Bibi sufre en carne propia ese estigma pese a que la Constitución congoleña establece que todo ciudadano debe respetar los derechos y libertades de los demás.

Fuerte intolerancia hacia las minorías sexuales

Como demuestra el caso de esta deportista, todavía existe una fuerte intolerancia hacia las minorías sexuales en este país de África Central.

"La situación de la homosexualidad en Congo es de ignorancia, lo que lleva al miedo hacia al otro y luego a la discriminación y violencia contra todo aquel que es diferente", se lamenta el director de la asociación Coeur arc-en-ciel (Corazón arco iris), Jean Claude Pongault Elongo, jurista de 34 años y homosexual.

La criminalización hacia la comunidad LGTB se extiende por África

Congo cuenta, por ejemplo, con una edad de consentimiento sexual desigual, mientras que el Código Penal de 1940 (reformado en 2006) prohíbe los actos sexuales entre personas del mismo a menores de 21 años, si se trata de personas de diferente sexo, esa edad se limita a 18 años.

Congo no reconoce legalmente las uniones entre personas del mismo sexo, ya que el primer párrafo del artículo 40 de su Constitución establece que "toda persona tiene derecho a casarse con la persona de su elección, del sexo opuesto".

Con excepciones como Sudáfrica, Seychelles, Cabo Verde o la propia República del Congo, la criminalización hacia esta comunidad se extiende por gran parte de África.