El mundo de la interpretación, la música y el deporte se une para animar a ser voluntario solidario
Antonio de la Torre, Rozalén, Cristina Pardo, Melchor Miralles o José Miguel Prieto son voluntarios e invitan a serlo
Cerca de 5.000 personas en toda España han recibido la atención de la ONG Solidarios
REDACCIÓN
¿Qué tienen en común Antonio de la Torre, Rozalén, Cristina Pardo, Melchor Miralles o José Miguel Prieto?. Todos son caras conocidas del mundo de la interpretación, de la música o el deporte. Pero además ellos y ellas son voluntarios.
Dedican una parte de su tiempo a las personas mayores y a las que viven en la calle. O acuden a las prisiones a compartir experiencias con los reclusos o toman un café con quienes padecen alguna enfermedad mental y sienten sobre ellos los prejuicios de la sociedad.
Mariam Hernández, Laura Moray y Jan Cornet se suman a los ya citados y, como voluntarios, se han unido a la campaña de la ONG Solidarios para lograr más voluntarios que, como en su caso, saquen un poco de tiempo a la semana para ofrecerlo a alguna de estas causas sociales.
Alejar la soledad, evitar que quien está privado de libertad se descuelgue de lo que pasa al otro lado de los muros, visibilizar el sinhogarismo o luchar contra los prejuicios.
Con esta campaña, la ONG Solidarios hace un llamamiento a toda la sociedad para que más personas se unan a sus programas de voluntariado en Madrid y en otras ciudades españolas. Cualquiera puede ser voluntario/a, dicen desde Solidarios.
5.000 personas, 5.000 motivos
Sólo hace falta tener un par de horas a la semana para asistir al programa social que se elija, comprometerse a participar durante un periodo de tiempo concreto y asistir a la formación inicial del voluntariado para no equivocarse y conocer las pautas de tareas con cada uno de los colectivos con los que Solidarios trabaja.
Caras conocidas y anónimas que son voluntarias en Solidarios: 734 voluntarios que han acompañado a casi 5.000 personas en exclusión social durante el último año 2020. Pero las necesidades han crecido con la pandemia y los programas de voluntariado necesitan manos que nos ayuden a eliminar la soledad y la exclusión, en tiempos de distanciamiento.