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Las intensas labores de extinción y el cambio de las condiciones climatológicas, con la llegada de lluvias y el descenso de las temperaturas, ha permitido reducir a sólo dos los incendios activos en Asturias, a los que hay que sumar otros nueve controlados, frente a los más de treinta registrados ayer por la mañana. Los trabajos de extinción se centran aún en los dos fuegos que permanecen activos, el de Sobrerilla, en Teverga, y uno ya muy reducido en Serandinas, en Boal, según datos facilitados por el Gobierno del Principado.

Los otros nueve focos, ya controlados, es decir aislados y sin avance, se encuentran en Allande (Forniellas, Corondeño y Rebollo), Cangas del Narcea (Llamas de Mouro), Castropol (Leirio y Arnao), Ibias (Serorio), Tineo (Rellanos) y Teverga (Cuña).

El Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA) dio esta mañana por extinguido el incendio de Fondos de Vega, en el concejo asturiano de Degaña, que desde el pasado miércoles ha quemado cientos de hectáreas y que amenazaba con entrar en la Reserva de la Biosfera de Muniellos, el mayor robledal del país.

Tras la extinción de este fuego, uno de los que más preocupaba en el Principado y que llegó a alcanzar frentes de un kilómetro, se procedió a desmovilizar a la Unidad Militar de Emergencias (UME), que había trasladado al Principado a unas 200 personas y 12 autobombas.

En esta situación, el consejero de Presidencia y Participación Ciudadana, Guillermo Martínez, ha bajado el plan contra incendios Infopa a nivel 0, de vigilancia y seguimiento para toda Asturias.

La mejora de las condiciones ya permitió ayer por la tarde regresar a sus casas a los más de cincuenta vecinos que la noche anterior fueron desalojados de tres pequeñas localidades de Cangas del Narcea: Larón, La Viliella y Gillón.

Igualmente, han vuelto a las clases los más de 2.500 alumnos de los 23 centros educativos del suroccidente asturiano en los que ayer se suspendió al actividad de forma preventiva ante la presencia de ceniza y la intensa humareda, que llegó a extenderse por buena parte de Asturias.

También ha vuelto a funcionar con normalidad el Hospital Carmen y Severo Ochoa, en Cangas del Narcea, después de que ayer se suspendieran las intervenciones quirúrgicas por precaución.

Al igual que lo ocurrido en Galicia, el Gobierno asturiano considera que esta oleada de incendios no puede achacarse a causas naturales, aunque ha pedido que se deje trabajar a los investigadores.

Una vez extinguidos los últimos fuegos, los bomberos comenzarán a perimetrar las zonas afectadas para determinar el número de hectáreas quemadas, que sólo en dos de los incendios, en Ibias y Degaña, superan las 500 hectáreas en cada caso.

Ésta es la segunda oleada de incendios más grave del año en Asturias, después de la registrada el pasado mes de abril, cuando llegaron a producirse en una sola semana 254 incendios que arrasaron miles de hectáreas en 52 de los 78 concejos asturianos.

Sólo en los nueve primeros meses de este año se han quemado en el Principado más de 14.000 hectáreas en 1.528 incendios, cifra que casi multiplica por diez toda la superficie arrasada durante 2016, un total de 1.544 hectáreas, según los datos del SEPA recopilados por la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (Sadei).

Asturias vivió en diciembre de 2015 una de las peores oleadas de incendios de los últimos años, cuando quedaron arrasadas 15.000 hectáreas en quince días.