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Las personas que están casadas en el momento del diagnóstico de cáncer viven más tiempo que aquellas que no lo están, aseguran investigadores del Instituto del Cáncer Dana-Farber y el Hospital Brigham y de Mujeres en Boston, Estados Unidos.

En estos pacientes también se detectan los cánceres en una etapa anterior, cuando se trata a menudo con más éxito, y recibir el tratamiento más adecuado, según revela su investigación, que se publica este lunes en la edición digital de 'Journal of Clinical Oncology'.

"Nuestros datos sugieren que el matrimonio puede tener un importante impacto en la salud de los pacientes con cáncer, algo que fue consistente entre todos los cánceres que hemos revisado", dijo Ayal Aizer, director residente del Programa de Oncología Radioterápica de Harvard, en Estados Unidos, y autor principal del artículo.

"Tenemos la sospecha de que el apoyo social de los cónyuges es lo que está impulsando la mejora notable en la supervivencia, ya que estos a menudo acompañan a los pacientes en sus visitas y se aseguran de que entienden las recomendaciones y completan los tratamientos", explicó.

Los investigadores llevaron a cabo un análisis retrospectivo de 734.889 personas que fueron diagnosticadas con cáncer entre 2004 y 2008 con datos del Instituto Nacional del Cáncer.

Se centraron en las diez principales causas de muerte por cáncer en Estados Unidos: cáncer de pulmón, colorrectal, de mama, páncreas, próstata, conducto hepático/biliar, linfoma no Hodgkin, cabeza y cuello, ovario y cáncer de esófago, ajustando los datos por edad, sexo, raza, tipo de residencia, educación e ingreso medio de los hogares, que podrían tener un efecto en los resultados de salud.

Su análisis encontró que, en comparación con los pacientes casados ?, los pacientes con cáncer no casados??, incluidos los que estaban viudos, eran un 17 por ciento más propensos a desarrollar cáncer metastásico (cáncer que se extiende más allá de su sitio original) y tenían un 53 por ciento menos de probabilidades de recibir el tratamiento adecuado.

"Deberíamos enviar un mensaje a cualquiera que tenga un amigo o un ser querido con cáncer: estar junto a esa persona y ayudarle a seguir todos sus tratamientos puede marcar una diferencia real en los resultados de esa persona", destacó el autor principal del estudio Paul Nguyen, oncólogo de radiación en el Dana -Farber y Brigham. "Los oncólogos tenemos que ser conscientes de los apoyos sociales disponibles de nuestros pacientes y animarles a buscar y aceptar el respaldo de amigos y familia durante este tiempo potencialmente difícil", concluyó.