Más de 600 médicos firman un manifiesto en defensa de la vida desde la fecundación
Un total de 632 médicos y científicos han firmado un manifiesto, Científicos por la vida, con el que quieren demostrar a gobernantes y políticos que son "un colectivo mayoritario" los que se oponen al aborto y, por tanto, defienden la vida desde la fecundación, algo que, según han indicado lo saben hasta los estudiantes de ESO y Bachillerato.
Durante la presentación del manifiesto en la sede de HazteOir.org, la médico de familia Esmeralda Alonso ha precisado que son un 97% los médicos de la Sanidad Pública que se niegan a practicar abortos, un dato que ha apoyado el jefe del Servicio de Ginecología del Hospital MD Anderson de Madrid, Luis Chiva, al asegurar que, al menos en la Comunidad de Madrid, más del 90% de los ginecólogos se niegan a practicar abortos en la Seguridad Social.
Por su parte, el profesor de Biología Miguel M¬ Jiménez de Cisneros, ha subrayado que es "evidente" que la vida se da desde la fecundación y que es algo que saben los alumnos de la ESO y de Bachillerato.
Otra de las doctoras firmantes del manifiesto ha indicado que los médicos de familia necesitan que se modifique "urgentemente" la ley para que el médico no sea solo "el que informa de los medios para abortar" sin poder "ayudar al pequeño ser que va a nacer".
En esta línea, todos los médicos han coincidido en que aunque el Anteproyecto de Ley para la Protección de la Vida del Concebido y de los Derechos de la Mujer Embarazada es un avance, sobre todo, si se elimina el aborto eugenésico, también lo ven "mejorable".
Precisamente, sobre los abortos por malformación, el doctor Luis Chiva ha añadido que los niños con Síndrome de Down hoy día son abortados "de un modo general" y son seres humanos "en extinción". Igual de contundente se ha mostrado el jefe de los servicios médicos del Atlético de Madrid, el doctor Jose María Villalón, al afirmar que "quizá el holocausto de este tiempo sea acabar con el no nacido".
El médico especialista en Medicina Interna Carlos Cabanyes ha indicado que la defensa del no nacido desde la concepción no es algo "ideológico" o "religioso" sino que es un tema científico.
Concretamente, Luis Chiva ha explicado que "desgraciadamente las leyes tienen "un carácter educativo" de forma que si permiten el aborto hasta unas determinadas semanas, la sociedad puede acabar asimilándolo. Sin embargo, ha puntualizado que, desde el momento en que se produce la unión del óvulo y el espermatozoide, "no hay nada ni en la embriogénesis ni en la formación fetal que diga que ha habido una añadido o una modificación que dé las características y la dignidad del ser humano".
Por su parte, la portavoz de Derecho a Vivir, la doctora Gádor Joya, ha reclamado que se les deje proteger a sus pacientes antes y después de nacer.
CONTROLES EN LAS CLINICAS
Concretamente, en el manifiesto que dirigen al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y al ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, los firmantes piden que la nueva ley garantice "controles" a las clínicas que realizan abortos para evitar fraudes y que los especialistas que certifiquen los supuestos contemplados en la norma pertenezcan al Sistema Nacional de Salud, en un manifiesto dirigido.
Asimismo, piden evitar que la Ley continúe promoviendo programas de salud sexual en menores, que "violentan" las convicciones educativas de los padres en temas en los que, a su juicio, "no hay consenso social ni evidencia de efectividad al no haber logrado disminuir la tasa de embarazos no deseados".
Igualmente, reclaman que se coordinen centros de apoyo sanitario y sociolaboral que ayuden "verdaderamente" a la mujer y garanticen la seguridad del concebido. Asimismo, piden potenciar la información sobre los daños psicofísicos que supone el aborto.
También sugieren que se propicien protocolos que ofrezcan tratamientos adecuados para las discapacidades, favorezcan la integración social y garanticen la atención integral a la familia, ya que, según puntualizan "ningún ser humano puede ser discriminado sobre la base de una enfermedad o discapacidad, ya sea prenatal o postnatal".
Por ello, apoyan la decisión de abolir el aborto eugenésico y piden que esta medida se extienda a "todos los enfermos sin distinción, sea cual sea su patología y su gravedad".
Los firmantes se reafirman en el Manifiesto de Madrid 2009, en el que declaraban que "existe sobrada evidencia científica de que la vida empieza en el momento de la fecundación" y que "un aborto no es sólo la interrupción voluntaria del embarazo sino un acto simple y cruel de interrupción de una vida humana".
También reivindican su derecho a ejercer la objeción de conciencia para no colaborar "ni directa ni indirectamente" con el aborto, "sin sufrir ningún tipo de discriminación laboral, sin exigir una inconstitucional declaración escrita y sin restricciones en el tiempo".
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