La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, ha afirmado hoy que casi la mitad de los migrantes llegados a España en el operativo del buque Aquarius quieren ir a Francia, país que de momento parece que va a colaborar. Lo ha dicho Calvo a su llegada a la sede socialista madrileña de Ferraz, donde ha calificado de "situación bastante idónea" la oferta de Francia pues "se trata de cooperar y de cumplir la normativa europea y el derecho internacional".
Calvo ha resaltado que la gestión española ha sido "magnífica", tanto por parte de las ONG que colaboran como por parte de las autoridades autonómicas y los ministerios implicados. Se ha dado "una imagen muy solvente de nuestro país y nos devuelve al crédito para el que todos debemos contribuir" con el fin de que esta "sea la imagen de España y no otras", ha recalcado.
Asimismo, ha señalado que el Gobierno ha afrontado la situación con una "respuesta democrática y estricta" a una crisis humanitaria pero que "obviamente" pone el tema en el debate europeo; "hay que cumplir nuestra normativa común" y dar "una respuesta razonable de las democracias europeas al mundo", ha aseverado. Calvo ha añadido que cumplirán los "propios compromisos como Gobierno de España" y lo hará el "presidente en primera persona con la agenda que va a ir desarrollando".
Por otra parte, el Ejecutivo ha subrayado en un comunicado que hay que hacer las fronteras seguras, pero de forma compatible con los derechos humanos dentro y fuera de nuestras fronteras. "La seguridad de las fronteras debe ser siempre conforme al cumplimiento estricto de nuestras obligaciones en materia de derechos humanos", según el Gobierno, que ha recordado que en el operativo del fin de semana han estado implicados ocho ministerios y 2.300 trabajadores y voluntarios bajo la coordinación del Gobierno y la Generalitat Valenciana.
Así se ha hecho posible la asistencia sanitaria y social, la identificación y el traslado de las 630 personas procedentes del barco. Los migrantes llegados tendrán autorizada una entrada extraordinaria a España por motivos humanitarios de 45 días una vez pasados los trámites documentales por parte de la Policía Nacional.
De las 630 personas que viajaban en las embarcaciones (Aquarius, Dattilo y Orione), 541 son hombres y 88 son mujeres, además de un bebé de pocos días. Viajaban 140 menores, de los cuales 123 no están acompañados. Las personas que viajaban en el Aquarius son de 26 nacionalidades, los más numerosos proceden de Sudán, Nigeria, Eritrea y Sudán del Sur.
Las embarazadas y las mujeres con hijos han sido derivadas a un Centro de Acogida para mujeres de la Generalitat Valenciana y los menores no acompañados han sido trasladados a Centros de Menores gestionados por la Generalitat. Todas las familias con menores han sido acogidas en un recurso de la Generalitat especializado y se les realizará la prueba de ADN para confirmar los vínculos familiares.
Por su parte, los hombres y mujeres que viajaban solos han sido derivados a un albergue donde permanecerán de forma provisional.
Y se ha dispuesto un espacio en habitaciones compartidas para las 34 mujeres solas que viajaban a bordo de la flotilla.