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Más de la mitad de las mujeres jóvenes han sentido discriminación, frente al 30 por ciento de los varones, y los escenarios donde la han percibido son la calle y el trato con la gente, seguido del ámbito laboral y de las redes sociales.

Son datos del Barómetro Juventud y Género 2017 elaborado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud y la Fundación de Ayuda a la Drogadicción (FAD), elaborado con una encuesta realizada con 1.204 entrevistas a jóvenes de 15 a 29 años.

"A los hombres se les sigue atribuyendo ciertas capacidades, como valentía y la independencia, y a las mujeres ser tiernas y prudentes, por lo que acaban identificadas con el ámbito del cuidado y la educación; hay mucho trabajo por hacer", ha asegurado Anna Sanmartín, subdirectora del Centro Reina Sofía durante la presentación del estudio.

DIFERENCIAS EN LA DESIGUALDAD DE GÉNERO

También existen diferencias a la hora de percibir las desigualdades de género; el 67 % de ellas creen que esas desigualdades son grandes o muy grandes, mientras que el porcentaje de chicos que otorgan ese nivel de gravedad es del 46,2 %. Los encuestados sin diferencia de sexo creen que los cuatro primeros atributos que definen a las chicas son: inteligentes (37,8 %), trabajadoras (36 %), responsables (25 %) e independientes (24 %).

Respecto a los chicos, les ven y se ven dinámicos (35 %), independientes (30 % ), superficiales (28 %) y posesivos y celosos (25 %). Por tanto, según el barómetro, ellas asumen y proyectan una imagen cargada de atributos positivos, en la cual el único rasgo con connotaciones más superficiales sería la de "preocupadas por su imagen y coquetas", mientras que ellos se definen y son vistos con elementos como superficiales y posesivos.

En cuanto al ámbito laboral, coinciden en declarar que los trabajos no deben estar focalizadas por género, pero los sectores sanitarios y educativos siguen feminizados y la mecánica, informática y los deportes, elegidos de forma mayoritaria por los hombres.

DE ACUERDO EN LA CONCILIACIÓN

Para los jóvenes la conciliación no debería ser ningún problema, ya que el 90 por ciento está de acuerdo con el reparto equitativo de las tareas. El mismo porcentaje se ve con pareja en el futuro y el 70 por ciento también con hijos.

Ellas valoran peor su posición con respecto a los hombres en casi todos los ámbitos de la vida pública y privada (salarios, acceso a cargos directivos, oportunidades de empleo), mientras que para ellos las diferencias no son tan agudas. Sobre las medidas que deberían adoptarse para garantizar la igualdad de género, el 90 por ciento propone sancionar a empresas que pagan menos a las mujeres por el mismo trabajo y promover por ley la presencia de mujer en puestos de directivos y en partidos políticos.

Los jóvenes coinciden en promover que los puestos de trabajo se ocupen por méritos, sin que existan cuotas de discriminación positiva. Uno de los comportamientos discriminatorios de la vida cotidiana que más critican es el de los piropos por la calle, que consideran inadmisible el 27,6 por ciento de los encuestados, incluso es más rechazable por los hombres.

Siete de cada diez encuestados cree que la lucha feminista debe ser liderada por hombres y mujeres por igual.

Sobre el motivo por el que los jóvenes agreden a sus parejas, el 40 por ciento lo achacan al consumo de alcohol y drogas, seguido de cerca por la "falta de denuncias de las mujeres".

Los encuestados están convencidos de que la lucha contra este tipo de violencia se aborda con la educación.