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La titular del Juzgado de Instrucción 20 de Barcelona, Eva Moltó, ha ordenado que los ocho mossos d'Esquadra imputados por la muerte del empresario del Gaixample Juan Andrés Benítez comparezcan en el juzgado cada 15 días.Según han informado fuentes judiciales, han solicitado esta medida cautelar la Fiscalía y las dos acusaciones --particular y popular--, y la juez lo ha acordado en base a la gravedad de los delitos que se les imputan y las elevadas penas que pueden comportar.

La Fiscalía y las acusaciones han pedido que comparecieran semanalmente por la gravedad de los delitos y la posibilidad de eludir la justicia, mientras que las defensas, en desacuerdo con esta medida, han solicitado que si se acordaba, fuera mensual, a lo que la juez ha zanjado dictando una medida quincenal.

Para la defensa de cuatro de los agentes, Josep Maria Fuster-Fabra, la medida solo significa "los escasos indicios probatorios" que existen al no ordenarse una medida más gravosa, y Jordi Pina, que defiende a uno de los sargentos imputados, ha dicho que no entiende la medida porque no hay riesgo de fuga al ser funcionarios públicos.

En las declaraciones de este miércoles, que han empezado sobre las 10 horas y han concluido unas 11 horas después, los ocho imputados han negado haber golpeado a Benítez en la cabeza cuando le redujeron el 5 de octubre tras acudir a la calle Aurora por una pelea, y han asegurado que en todo momento se ciñeron al protocolo policial.

El agente que dio puñetazos a Benítez durante la reducción --tal y como se aprecia en los vídeos-- ha defendido que solo los dirigió al costado y al brazo, y que en ningún caso usó una porra contra él.

Según han explicado fuentes judiciales, para reducir a Benítez le ataron los pies con el cinturón del propio detenido porque no tenían bridas, y además le pusieron las esposas, y han indicado que se usó la porra solo para retorcerle los brazos y nunca para pegarle. Según Fuster-Fabra, las declaraciones de los agentes han coincidido en que su actuación se "trató de una reducción de una persona que estaba en extrema excitación".

Pina, por su parte, ha sentenciado que "no está claro como se ha producido la muerte de esta persona", y ha agregado que durante esa noche se produjeron diversas situaciones que pueden llegar a dar el resultado de muerte, según sus palabras.

El abogado de la familia de Benítez, David Aineto, ha considerado que "el atestado que hacen los Mossos no se aguanta por ningún lado" porque recoge que Benítez y un vecino se estaban peleando a su llegada, pero en sede judicial los agentes no han sido tan taxativos y no han confirmado que les vieran agrediéndose."La reducción a mí no me la han justificado", ha indicado, además de asegurar que en ningún momento le dijeron a Benítez que estaba detenido antes de reducirle.

ALARIDOS "DE RABIA"

Según Aineto, al visionar los vídeos de la reducción, uno de los agentes ha asegurado que los alaridos de Benítez eran "de rabia" y no de dolor, y que cuando se ve a uno de ellos dando patadas es porque quería apartar a una mossa del grupo de policías que actuaba para ocupar su lugar.

Los agentes no han aclarado quién causa las lesiones faciales de Benítez, aunque algunos han explicado que tenía sangre cuando llegaron y otros que se golpeó la cabeza contra el suelo en varias ocasiones, y en todo caso han asegurado "que todos estaban de acuerdo con lo que se estaba haciendo", según Aineto.

La mossa interrogada ha asegurado que ella no acudió a los pisos colindantes para pedir a posibles testigos si habían tomado fotos y se ha aportado la Tarjeta de Identificación Policial (TIP) de otra agente que actuó ese día.

Los ocho mossos han llegado poco después de las 9.00 horas arropados por un grupo de 20 compañeros con capuchas, gafas de sol y la cara tapada con bufandas, y encabezados por el jefe de seguridad de Mossos en la Ciutat de la Justicia y el jefe de la comisaría de Ciutat Vella, el intendente Enric Garcia Doñate.

EL CONSELLER ESPADALER PODRÍA LEVANTAR LAS MEDIDAS CAUTELARES A LOS MOSSOS

El conseller de Interior, Ramon Espadaler, ha afirmado que confía en la justicia pero también en la "buena fe y la buena práctica" de los agentes imputados por la muerte del empresario Juan Andrés Benítez, por lo que ha abierto la puerta a levantarles las medidas cautelares que les ha impuesto.

En su comparecencia en la Comisión de Interior del Parlament, el conseller ha aventurado que es "improbable" que la juez mantenga todas las imputaciones que acordó en los términos en que lo hizo, por lo que la consellería tendrá en cuenta la evolución de la instrucción judicial para modificar o levantar las medidas impuestas a los mossos, que han sido apartados del cuerpo cautelarmente.