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Un equipo de investigadores españoles va a probar por primera vez en España en el ámbito clínico-hospitalario una nueva tecnología que permitirá determinar los subtipos moleculares del cáncer de mama en "menos de 48 horas" e identificar marcadores de respuesta para los tratamientos antitumorales.

Así lo ha explicado hoy en declaraciones a los medios el principal investigador del estudio, el doctor Aleix Prat, tras recibir la Beca Roche en Onco-Hematología Traslacional, de manos de la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato.

La tecnología, que se implementará en el Instituto de Oncología del Vall d'Hebron (VHIO) de Barcelona, proporciona una alta fiabilidad y rapidez, a un coste aceptable.

El doctor Prat, recién llegado de Estados Unidos, donde está completando su formación en el Centro Oncológico Lineberger de la Universidad de Carolina del Norte, ha explicado que con otras técnicas los resultados se obtienen en una o dos semanas, lo que "no es aplicable a nivel clínico".

La nueva tecnología, que hasta ahora se aplica solo en tres o cuatro centros de Estados Unidos, realiza un análisis genómico, es decir, identifica "cuántos genes están expresados y de qué forma y hace un balance de la situación del tumor".

Ello permitirá caracterizar mejor cada tumor, aunque ya se está haciendo mediante la determinación de tres marcadores, que se utilizan de forma sistemática en los hospitales españoles (el receptor de estrógeno, el receptor de progesterona y el HER2).

Esta técnica permitirá disponer de otro marcador mucho más complejo. "Es como mirar mil marcadores de golpe, lo que te hace saber mucho mejor cómo es el tumor".

El doctor Prat ha precisado que gracias a esta tecnología se dispondrá de mayor información sobre que tratamientos son los más adecuados y respecto al pronóstico".

La ventaja de la tecnología es que, además de aplicarse a otros tumores, funciona con todo tipo de tejidos.

Su precio es similar al de cualquier otra tecnología que se utiliza actualmente, ha asegurado el investigador, quien ha insistido en que la ventaja es que va a proporcionar más información sobre el tratamiento más adecuado.

A este respecto, el doctor Prat ha señalado que en estos momentos muchos pacientes con cáncer de mama reciben quimioterapia, que tiene un coste muy elevado, y esta tecnología permitirá saber qué pacientes no necesitan ese tratamiento.

La tercera edición de la beca, dotada con 77.000 euros, ha seleccionado este proyecto de entre casi 40 que se habían presentado.