Las nuevas tecnologías propician la violencia de género entre adolescentes
Leticia Mata, directora de la Fundación ANAR, advierte del peligroso incremento de las agresiones a menores
La Fundación ANAR cuenta con un telédono de ayuda para niños y adolescentes
El último informe de la Funación ANAR alerta del incremento de los casos de violencia sobre menores, que han aumentado un 40% en el último año.
Leticia Mata, directora de la Fundación ANAR, se muestra especialmente preocupada por el incremento de la violencia dentro del domicilio familiar. "Ha aumentado sobre todo el maltrato físico y psicológico por parte de un padre, o de ambos hacia sus hijos. También ha aumentado mucho la violencia entre iguales, lo que es sobre todo la violencia escolar, que ha habido un aumento casi del 75% respecto al año anterior y la violencia de género entre adolescentes".
Cada vez se producen más casos de agresión y con mayor violencia. Esto, segun Leticia Mata, "obedece a muchos factores", "desde hace once años el principal motivo de llamada al teléfono es la violencia hacia el menor en cualquiera de sus formas".
El problema de la violencia sobre menores es especialmente preocupante en tanto en cuanto se va transmitiendo a las generaciones futuras. "Está claro que cuando un menor recibe violencia en casa, va a transmitir luego esa violencia hacia fuera, hacia sus iguales, en el colegio, hacia sus profesores, o incluso en un futuro hacia sus propios padres. Hablamos de un entorno de violencia donde hay menores que están ejerciendo acoso escolar o menores agresores en cuanto a violencia de género, y luego nos damos cuenta que han sufrido algún tipo de violencia en casa".
Las nuevas tecnologías también juegan un papel negativo en la violencia sobre jóvenes. "Las nuevas tecnologías han propiciado la violencia entre menores adolescentes porque se utilizan sobre todo para amenazar, para insultar, para difundir fotos sin permiso de la víctima y para controlar de forma constante a la pareja, a la menor adolescente".
La Fundación ANAR cuenta con un telédono de ayuda, el 900.20.20.10, al que pueden dirigirse niños y adolescentes y una línea para los adultos. Gracias a estas líneas la Fundación puede poner en funcionamiento los mprotocolos de ayuda que pueden poner a las víctimas a salvo.
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