El número de españoles que ven a la Monarquía como un problema de España cayó a su cota mínima el pasado mes de mayo, y sólo fue mencionada como tal en un testimonial 0,2 por ciento de las entrevistas del último Barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).
El estudio, hecho público este miércoles, se realizó entre el 1 y el 11 de mayo, es decir, cuando aún ni se sospechaba el anuncio que el Rey ha hecho tres semanas más tarde: la decisión de abdicar en su hijo, el Príncipe de Asturias.
Pese a los "errores" admitidos por Don Juan Carlos en los últimos meses y el caso Nóos que afecta a su hija menor, la Infanta Cristina, y a su yerno, Iñaki Urdangarín, la Monarquía no ha llegado a aparecer como un problema de España en las encuestas del CIS del último año.
Su peor dato es de hace justo un año, en abril y mayo de 2013, cuando la Monarquía aparecía como un problema en el 0,9 por ciento de los cuestionarios del CIS, muy lejos de los porcentajes en los que fluctúa cada mes el paro (80 por ciento), la economía (35 por ciento= o la clase política (28 por ciento).
Pero, además, en lo que va de año ese mínimo porcentaje que considera la Monarquía como un problema ha caído paulatinamente desde el 0,6 por ciento de enero, al 0,4 por ciento de marzo y finalmente el 0,2 por ciento del último mes, su cota más baja.
EL PARO Y ALA CORRUPCIÓN
La preocupación por el desempleo sigue a la cabeza entre los principales problemas de los españoles, y crece ligeramente en mayo con respecto al mes anterior, del 80,3 al 80,8% de los encuestados por el CIS, que sitúa a la corrupción en segundo lugar, con un 35,7%, pero baja cinco décimas.
Los problemas económicos, que igual que en marzo siguen en el tercer lugar de la lista, inquieren al 28,6% de los ciudadanos, seis décimas más que en el sondeo de abril y también la preocupación por los políticos se mantiene en el cuarto puesto según la encuesta realizada entre el 1 y 11 de mayo, al mencionarlo el 25,6%, cuatro décimas menos.
A los españoles les alarma exactamente lo mismo la sanidad que hace un mes, un 10,4% de los entrevistados y también continúa en la quinta posición, mientras que la educación avanza del séptimo al sexto lugar entre las diez principales preocupaciones de los españoles, si bien baja algo, del 9 al 8%. Intranquilidad por las cuestiones sociales genera al 7,9% de la población, un punto y medio menos que en abril y pasa del sexto al séptimo lugar en esta relación.
Los recortes escalan un puesto, del noveno al octavo, y del 3,8 al 4,8%, mientras que la inmigración cae al noveno lugar y lo cita como preocupación un 4,3% cuando en abril lo hacía el 5,9%. El Gobierno y los partidos políticos siguen en el décimo puesto sin apenas variaciones, con un 3,2% (3,7% en abril).
Pese al intenso debate sobre el reto soberanista de Cataluña, los nacionalismos no logran despertar casi interés entre los españoles y tan sólo lo cita un 1,4% de los ciudadanos, una décima más que hace un mes.
Un 83,5 % de los españoles ve que la situación económica es mala o muy mala, pero baja 1,7 puntos frente a los que lo pensaban en el barómetro de abril, mientras que el 1,2% se muestra optimista y afirma que es muy buena o buena, según la encuesta realizada entre el 1 y 11 del pasado mayo
Y dentro de un año, un 23% de los encuestados piensa que la economía marchará peor (un 23,9% en abril) y un 21,9% opina que será mejor (23,5% el mes anterior), mientras que el 45,6% no cree que cambie nada, casi un punto y medio más que en el sondeo precedente.
Sobre la situación política, casi un 80 por ciento la aprecia mala o muy mala (una décima menos que hace un mes) y solo un 2,4% opina que es muy buena o buena (un 2,3% en abril).
No hay apenas variaciones en cómo ven los españoles la situación política en un año porque creen que será peor el 27,5%, cuatro décimas más, frente al 9,7% que tienen esperanzas de que será mejor, un 12,1% hace un mes, mientras que muy similar lo afirma el 51%, medio punto más que en abril.
El pesimismo domina entre las personas que están en paro como demuestra que, a la pregunta de si esperan encontrar trabajo en el próximo año, un 74,6 por ciento de los parados lo considera poco o nada probable frente al 25,7 que lo ve muy o bastante probable.