El presunto parricida de Dos Hermanas (Sevilla) había preparado el crimen con premeditación hasta el punto de que encargó tres coronas de flores en el establecimiento "La Huerta Palacio" para su madre, su padre y su hermana, a los que apuñaló en el domicilio familiar.
Un vecino de la zona ha contado a los periodistas desplazados hasta el lugar del crimen, en la céntrica calle San José, que una vez cometido el crimen el pasado jueves envolvió los tres cadáveres en mantas, durmió en la casa y al día siguiente por la tarde acudió al juzgado para confesar el crimen.
Varios vecinos describen al presunto asesino -Luis Miguel B.T., de 33 años- como una "buena persona" que padecía problemas mentales y, de hecho, según estos testimonios, había estado ingresado en algún centro psiquiátrico y recibía tratamiento para su enfermedad.
Marisa Arenal, una vecina de la zona que conocía a la familia desde hace unos dieciocho años, ha contado que la Policía había tenido que acudir en varias ocasiones al domicilio familiar porque al parecer el hijo "maltrataba a sus padres".
No obstante, ha descrito al presunto parricida como una persona educada, que saludaba por la calle, con el aspecto de una persona cuerda, aunque los vecinos sabían que padecía alguna enfermedad mental.
Su padre -Donato B.S., de 64 años, que había regentado hace algunos años un negocio textil en la localidad, estaba enfermo; su madre -Ángela T.S., de 62 años- salía muy poco de casa, y su única hermana -María Inmaculada B.T, de 36 años- era "muy buena persona", según ha relatado esta vecina.
Estos dos vecinos han coincidido en que se trataba de una familia muy respetada y los padres eran católicos "muy creyentes".
Fuentes judiciales han informado a Efe de que probablemente el agresor no pasará a disposición judicial hasta el próximo lunes.
El juez de guardia autorizó poco antes de la medianoche de ayer el levantamiento de los cadáveres, que están pendientes de que se les practique la autopsia.