Al menos un 23% de las personas sin hogar tienen algún tipo de discapacidad, según evidencia un estudio realizado por RAIS Fundación para Fundación ONCE, que señala también que esta cifra es cinco veces superior a la registrada entre la ciudadanía en general de edad similar.
No obstante, el trabajo, presentado este miércoles en Madrid, indica que sólo la mitad de los ciudadanos sin hogar que tienen discapacidad están en posesión del certificado que lo acredita, debido al nivel de exigencia de los trámites y al estigma vinculado a la discapacidad, lo que dificulta su acceso a prestaciones sociales y a fórmulas de empleo protegido.
Desde esta perspectiva, el informe, titulado Exclusión social y discapacidad , aboga por poner en marcha mejoras en el procedimiento de obtención del certificado de discapacidad, facilitando los trámites, eliminando tasas y listas de espera, y reconociendo la situación de sinhogarismo en las puntuaciones.
Según explicó en la presentación Miguel Pérez-Lozao, director de Proyectos y Calidad de RAIS Fundación y autor del estudio, el documento pretende avanzar en el conocimiento de la relación entre exclusión y discapacidad, especialmente en personas sin hogar, para poder establecer mecanismos que contribuyan a la mejora de su calidad de vida.
Junto a Pérez-Lozao intervinieron en la presentación del trabajo Ignacio Tremiño, director general de Políticas de Apoyo a la Discapacidad; Sabina Lobato, directora de Formación y Empleo de Fundación ONCE; Virginia Carcedo, secretaria general de FSC Inserta; àscar López, vicepresidente de RAIS Fundación, y José Manuel Caballol, director de RAIS Fundación.
A Juicio de Tremiño, el documento evidencia unos resultados "extremadamente duros, pero extremadamente ciertos", sobre los que hay que trabajar, siempre desde la colaboración entre las administraciones públicas y el Tercer Sector.
Como el director general de Políticas de Apoyo a la Discapacidad, Lobato señaló que el informe constata la existencia de una realidad sospechada: "Un círculo perverso entre discapacidad, exclusión y pobreza".
Y es que, apuntó a este respecto el vicepresidente de RAIS Fundación, "en una sociedad moderna como la nuestra, no puede admitirse que la discapacidad sea un factor de agravamiento de una situación como la de vivir en la calle".
TRABAJO
El trabajo se ha desarrollado en dos fases. La primera de ellas se ha realizado a partir de una muestra de 695 personas sin hogar atendidas por RAIS Fundación en la Comunidad de Madrid, mientras que la segunda ha consistido en un análisis en profundidad de la relación entre discapacidad, exclusión social y personas sin hogar, a partir de la realización de 129 entrevistas a ciudadanos conocidos ya en la etapa anterior.
Entre las conclusiones del estudio figura la que indica que el 72,40% de los encuestados tienen una discapacidad física (vinculada a enfermedades no profesionales, consumo de alcohol y otras sustancias), el 46,10% mental y el 10,5%, sensorial.
Además, el documento pone de manifiesto que los individuos sin hogar acceden en un porcentaje muy bajo a las fórmulas de empleo protegido. Así, únicamente el 11% de aquellos que poseen un certificado de discapacidad han trabajado en un centro especial de empleo.
En cuanto al nivel de ingresos, en las personas sin hogar con discapacidad es mayor que en el de las personas que no la tienen.
Otro aspecto reflejado en el informe es que los ciudadanos sin hogar con discapacidad son más vulnerables a sufrir situaciones de violencia, agresiones físicas y sexuales y robos e insultos. Concretamente, el 72,5% de las personas sin hogar con discapacidad entrevistadas aseguran haber sufrido agresiones físicas, el 73,8% afirman haber sido víctimas de robos, el 11,30% de agresiones sexuales, el 43% de timos, y el 77,5%, de insultos.
De los encuestados que tienen discapacidad, el 86,4% presentan un problema de salud crónico, mientras que el 39,5% han sufrido en los últimos doce meses algún accidente (incluyendo intoxicación o quemadura).
Las personas con discapacidad del estudio han estado sin hogar una media de seis años, tiempo que se reduce a la mitad en el caso de los ciudadanos analizados que no tienen discapacidad.
Igualmente, el trabajo indica que las redes de atención, tanto las generales de servicios sociales, como las específicas, no están adaptadas para dar respuesta a este tipo de situaciones.
RECOMENDACIONES
Con esta información sobre la mesa, el estudio ofrece una serie de recomendaciones, como la búsqueda de espacios de cooperación y alianzas entre entidades para dar una mejor respuesta a esta situación y mejoras en el procedimiento de obtención del certificado de discapacidad, facilitando los trámites, eliminando tasas y listas de espera y reconociendo la situación de sinhogarismo en las puntuaciones.
Del mismo modo, los autores del informe son partidarios de poner en marcha programas específicos de acompañamiento e intervención social con personas sin hogar con discapacidad, así como de visibilizar, sensibilizar y formar en sinhogarismo y discapacidad a los profesionales de las redes de atención.
Apuestan, del mismo modo, por facilitar el acceso de las personas sin hogar a la red de atención a la discapacidad y por mejorar los sistemas de protección social para facilitar el acceso a ellos de los ciudadanos sin hogar.
En concreto, la investigación la ha llevado a cabo RAIS Fundación, a través de un contrato con la Asociación para el Empleo y la Formación de Personas con Discapacidad, en el marco del Programa Operativo Plurirregional de Lucha contra la Discriminación 2007-2013, cofinanciado por el Fondo Social Europeo.