Tras un verano de diversión, de tiempo libre y de trasnochar llega el temido momento de regresar al cole. Un cambio que supone cambios profundos en los hábitos de vida y para los que conviene ir preparándose con tiempo. Una o dos semanas antes es recomendable que padres e hijos preparen libros, mochilas y material escorial para ir aclimatando al pequeño de que está próximo el regreso a la rutina. No está de más intensificar los repasos de algunas materias dadas el año anterior con el fin de ir readquiriendo los hábitos de estudio y para no llegar en blanco al nuevo curso. Por supuesto los horarios son importantes ya que en los dias previos se deben ir adaptando las costumbres a las que habrá que desarrollar en periodo lectivo por lo que se aconseja acostarse y levantarse antes a los pequeños de la casa se vayan acostumbrado.
En muchas ocasiones el pequeño trauma de los pequeños a la hora de regresar a las aulas viene dado por la influencia de los padres para los que tener que levantarse y llevar a los niños al colegio supone también un incremento de tareas y de obligaciones. Por eso conviene reforzar los mensajes optimistas y recordar los aspectos positivos como el reencuentro con los amigos o la posibilidad de recordar cosas buenas. La psicóloga Esther Legorgeu recuerda que hay padres que amenazan al niño con el regreso al cole y les asustan ante todas las tareas que tendrán que asumir. Es un error, conviene apartar todos los mensajes negativos para que el escolar vaya de buen grado al centro.
Además los psicólogos recomiendan que los padres acompañen a sus hijos al colegio el primer dia y que del mismo modo acudan a recogerlos para escuchar sus primeras impresiones y para suavizar sus temores. Con estas medidas, el regreso a la escuela se convertirá en un agradable reencuentro con los compañeros y profesores.