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El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, ha pedido a todos los gallegos su colaboración para perseguir a los pirómanos. Lo ha hecho en comparecencia pública para expresar, en primer lugar, su pésame por el fallecimiento en acto de servicio del brigadista de 59 años muerto en las tareas de extinción del incendio declarado en el municipio orensano de Castrelo do Val. Un incendio que, todo apunta según las primeras investigaciones, fue declarado, pues tuvo hasta cuatro focos simultáneamente.

El alcalde del municipio afectado ha tratado de restar credibilidad a esa hipótesis, pero tanto las palabras del presidente de la Xunta como de los máximos responsables del departamento de Medio Rural apuntan a un fuego intencionado. Las llamas han arrasado entre 200 y 300 hectáreas de terreno, y en las labores de extinción se han visto implicados unos 80 bomberos gallegos y hasta un centenar de efectivos de la UME (Unidad Militar de Emergencias), desplazados desde su acuartelamiento en León.

A primera hora de la mañana de este miércoles, tanto los vecinos como los responsables de la extinción daban ya por prácticamente controlado el incendio. De hecho durante la noche las llamas ya habían sido casi reducidas por completo, y el numeroso personal desplazado se ha dedicado casi por completo a refrescar el terreno, para evitar que el incendio se reavivara.