¿Y si una aplicación de pulseras deportivas hubiera puesto al descubierto bases secretas del Ejército Norteamericano, del ruso o del turco en zonas de combate o en países enemigos? Pues esto ha ocurrido. Una red social ha publicado los datos que emiten esos pulsómetros, relojes y otros artilugios para medir el tiempo de carrera, el recorrido, las pulsaciones. Son esos puntos de luz que ven. Que en las zonas donde apenas hay población, ha destapado dónde entrenan muchos militares que las llevan.
Decenas de bases militares secretas comprometidas. Y todo por la tecnología, la más básica, la que usa cualquiera para salir a correr. Grave fallo de seguridad militar internacional por este tipo de dispositivos, pulseras para hacer ejercicio, que cuentan la distancia recorrida, las calorías consumidas y que también dan tu localización a través de un GPS.
Datos que lejos de ser inofensivos, han revelado la ubicación de bases militares secretas de Estados Unidos, Rusia o incluso Turquía. La empresa tecnológica Strava, ha publicado un mapa interactivo con los desplazamientos de personas que utilizan los accesorios o tienen la aplicación en sus móviles.
Han registrado 1.000 millones de actividades y tres billones de puntos GPS, con un nivel de detalle suficiente para destapar algunos secretos militares.
La mayoría de usuarios de estas pulseras, 27 millones, son occidentales, y se centran en Estados Unidos o Europa, pero en otras partes, como Irak, Siria o África, hay solo pequeñas manchas, que se presuponen son de occidentales y por tanto de centros militares, hasta hoy, secretos.