El Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado este martes la orden del Ministerio de Justicia por la que se manda expedir, “sin perjuicio de tercero de mejor derecho”, Real Carta de Sucesión como marquesa de Torroja a favor de la cantante Ana Torroja Fungairiño.
La excantante de Mecano hereda el título tras el fallecimiento de su padre, José Antonio Torroja Cavanillas, al ser la mayor de seis hermanos. La orden que publica el BOE dice textualmente: “De conformidad con lo previsto en el Real Decreto de 27 de mayo de 1912, este Ministerio, en nombre de S.M. el Rey, ha tenido a bien disponer que, previo pago del impuesto correspondiente, se expida, sin perjuicio de tercero de mejor derecho, Real Carta de Sucesión como Marquesa de Torroja, a favor de doña Ana Torroja Fungairiño, por fallecimiento de su padre, don José Antonio Torroja Cavanillas”.
El padre de la cantante, ingeniero de Caminos, era el II marqués de Torroja, ya que el título lo creo Francisco Franco en 1961, con carácter póstumo, a favor de Eduardo Torroja Miret, abuelo paterno de Ana Torroja.
Eduardo Torroja fue un ingeniero de Caminos que es considerado uno de los grandes especialistas de su época en construcción de hormigón y su labor en el ámbito de la ingeniería civil goza de reconocimiento a nivel internacional.
El marquesado, ¿una humillación a las víctimas de Franco?
El título de Torroja ha sido criticado por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), que considera que "la renovación del título es un insulto a las víctimas que el Gobierno con la firma de la ministra de Justicia, Pilar Llop, haya renovado el título nobiliario concedido por Franco al arquitecto Eduardo Torroja, que hereda su nieta la cantante Ana Torroja.
Renovar un reconocimiento otorgado por un dictador es "una humillación a las víctimas porque se está utilizando la mirada y las valoraciones del dictador como válidas a la hora de reconocer unos supuestos honores que formaron parte del criterio del responsable de miles de asesinatos de civiles y de la persecución de numerosos colectivos".
Heredar una decisión del dictador en democracia y aplicarla como válida supone un agravio a las víctimas de la dictadura, "una falta de rechazo a las decisiones del dictador y un menosprecio a los reconocimientos que merecen en democracia menos quienes han hecho algo por ella".
Sin entrar en las cualidades del personaje, al que Franco concedió el título en el año 1961, se trata de que el Gobierno en el año 2022 ha ejecutado una decisión que tomó el dictador Francisco Franco.
Para el presidente de la ARMH, Emilio Silva, nieto de un desaparecido por la represión franquista: "se trata de una agresión a las familias de las víctimas, de un menosprecio a la memoria de todos los arquitectos que fueron represaliados en España o que tuvieron que ejercer en el exilio para no ser capturados por el franquismo".
"Tomar esta medida en este momento es como darle a Franco la posibilidad de firmar en el Boletín Oficial del Estado del año 2022 y dejarle decidir a quién quiere darle un reconocimiento" añade Silva.
El Gobierno había prometido la anulación de estos títulos nobiliarios, pero finalmente parece que ha querido "salvar" algunos. "Resulta increíble que en el siglo XXI un Ministerio de Justicia renueve títulos nobiliarios, que fueron abolidos por la Segunda República y restaurados por la dictadura. Pero no puede ser que el Gobierno hable de memoria democrática y a la vez herede decisiones de un dictador", concluye Silva.