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2018 ha sido un año "controvertido" para la libertad de expresión en España, donde a los periodistas se les ha atribuido el deber, que no les corresponde, de custodiar casos bajo secreto sumarial y se ha usado la revelación de secretos como "arma arrojadiza" contra ellos, denuncia Reporteros sin Fronteras (RSF).

Esta es una de las conclusiones del Informe Anual 2018 que elabora la sección española de RSF, que considera "especialmente llamativo" la actuación del juez del caso Cursach, que requisó los teléfonos de periodistas del "Diario de Mallorca" y Europa Press e investigó un año las llamadas de la delegación de la Agencia Efe en Baleares y de una redactora que cubría información de tribunales.

"Exceso" de condenas

El informe, publicado este viernes en su web y que será presentado a la prensa a mediodía, lamenta también el "exceso" de condenas que se han dictado el pasado año amparadas en delitos como enaltecimiento del terrorismo, ofensa a los sentimientos religiosos o injurias a la Corona, lo que ha generado "un clima con demasiadas rigideces" para el libre ejercicio de la expresión y la información.