Dos de cada 100 trabajadores en España son personas con dispacidad. Son datos del Instituto Nacional de Estadística que muestran además que este colectivo sufre más el desempleo. Uno de cada tres de los discapacitados que quieren trabajar están en paro.
Telemadrid lo ha comprobado en una fundación donde más del 80% de la plantilla presenta algún tipo de discapacidad. La tasa de paro alcanza el 28%, nueve puntos más que la media de los trabajadores españoles.
UNA TASA DE PARO MÁS ELEVADA
La tasa de paro de las personas con discapacidad en el año 2016 fue del 28,6 por ciento (185.200 personas), 9,1 puntos más que la población sin discapacidad y 2,4 puntos menos con respecto al año anterior, según datos publicados este viernes 1 de diciembre por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
En el año 2016, había 1.840.700 personas con discapacidad en edad de trabajar (de 16 a 64 años), lo que supuso el 6,1 por ciento de la población total en edad laboral. Según los datos del INE, el número de personas con discapacidad ocupadas en 2016 era de 462.000 y la tasa de empleo era del 25,1 por ciento, más de 37 puntos inferior a la de las personas sin discapacidad. El aumento de dicha tasa respecto a 2015 fue de 1,7 puntos.
Del total de ocupados con discapacidad en 2016, 267.500 eran hombres (el 57,9%) y 194.500 mujeres (el 42,1%). Las mujeres con discapacidad tuvieron la misma tasa de actividad que los hombres en 2016 (35,2%), a diferencia de lo que ocurrió en la población sin discapacidad, donde los hombres tuvieron mayor presencia activa que las mujeres.
La tasa de empleo de los hombres con discapacidad superó en 0,4 puntos a la de las mujeres. Para el resto de la población de 16 a 64 años, la diferencia fue de 12,1 puntos. Por su parte, la tasa de paro de las mujeres con discapacidad (29,3%) fue superior a la de los hombres (28,1%). Para las mujeres sin discapacidad también fue mayor, en una cuantía de 3,4 puntos.
En la población activa con discapacidad se observó en 2016 mayor porcentaje de hombres, más peso del grupo de 45 a 64 años y menos representación de las personas con estudios superiores que en la población activa sin discapacidad. Esto último puede determinar alguna diferencia en la situación laboral de ambas poblaciones, especialmente en la tasa de paro, según señala el INE.
Asimismo, el INE destaca que en 2016 había 647.200 personas con discapacidad activas, con una tasa de actividad del 35,2 por ciento, más de 42 puntos inferior a la de la población sin discapacidad (78,0%). Esta tasa aumentó ligeramente respecto a 2015.
DESCENSO DEL PARO EN LOS JÓVENES CON DISCAPACIDAD
Por otro lado, los datos reflejan que las mayores tasas de actividad se dieron en el grupo de 25 a 44 años, tanto para las personas con discapacidad como para el resto de la población. El INE destaca el aumento en la tasa de actividad (3,0 puntos), así como el descenso en la tasa de paro (2,9 puntos), de los jóvenes con discapacidad respecto a 2015.
En el grupo de 25 a 44 años, el desempleo disminuyó en 1,6 puntos para las personas con discapacidad, mientras que para el resto de la población lo hizo en 2,4 puntos.
Por su parte, en el grupo de 45 a 64 años, la tasa de desempleo bajó tres puntos para las personas con discapacidad, mientras que en el resto de la población lo hizo en 2,1 puntos. En este grupo de edad, aumentaron tanto la tasa de actividad como la de empleo.
Respecto a la tipología de la discapacidad, los datos muestran que la tasa de actividad para el grado de discapacidad de menor intensidad (inferior al 45%), se situó en el 57,9 por ciento en 2016 y disminuyó progresivamente hasta llegar al 11,5 por ciento para el grado superior de discapacidad. Además, las personas con deficiencias auditivas presentaron las mayores tasas de actividad (61,3%) y las que tenían deficiencia mental las menores (27,7%).
CONTRATO INDEFINIDO Y JORNADA COMPLETA
El INE subraya que la mayoría de los trabajadores con discapacidad eran asalariados, tenían contrato indefinido, jornada completa y desempeñaban su actividad en el sector Servicios. Así, el 88,0 por ciento de las personas con discapacidad que trabajó en 2016 lo hizo como asalariado (4,8 puntos más que las personas sin discapacidad) y el 76,2 por ciento de ellos tenía contrato indefinido (2,3 puntos más que la población sin discapacidad).
De los ocupados con discapacidad, el 82,1 por ciento trabajaba a jornada completa, una proporción inferior a los trabajadores sin discapacidad (2,9 puntos menos). Además, el 81,7 por ciento de los ocupados con discapacidad desempeñó su actividad en el sector Servicios, frente al 76,0 por ciento de quienes no tenían discapacidad. Respecto a las políticas destinadas a fomentar la actividad laboral del colectivo, el INE destaca que el 28,9 por ciento de las personas con discapacidad ocupadas que cotizaron a la Seguridad Social en 2016 tenía algún tipo de reducción/bonificación en las cotizaciones, 0,1 puntos menos que en 2015.
Asimismo, el porcentaje de asalariados con discapacidad con la modalidad de contrato específico de discapacidad descendió hasta el 28,7 por ciento el año pasado. En cuanto a las Prestaciones Sociales Públicas del año pasado, los datos muestran que el sistema público de prestaciones benefició a 1.238.700 (67%) personas con discapacidad. De ellas, un 20,8 por ciento (257.100 personas) eran activas.
EL 13,8% CON LA SITUACIÓN DE DEPENDENCIA RECONOCIDA
Entre las personas con discapacidad perceptoras de prestaciones, el 81,8 por ciento (1.012.900) recibió la prestación debido a una incapacidad laboral. Otra medida de protección del colectivo de las personas con discapacidad lo constituye el reconocimiento de la Situación de Dependencia. En 2016, según el INE, el 13,8 por ciento de las personas con discapacidad (253.700) tenía también reconocida oficialmente la situación de dependencia. De estas, 20.700 (el 8,2% de las personas con discapacidad dependientes) permanecieron laboralmente activas.
Por comunidades autónomas, los datos reflejan que las mayores tasas de actividad dentro del colectivo de las personas con discapacidad en el año 2016 se dieron en Comunidad de Madrid (43,6%), Castilla-La Mancha (43,3%) y en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla (50,8%). Por su parte, las menores tasas de actividad se registraron en Galicia (27,8%), Andalucía y La Rioja (30,5% en ambas).