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Aumentan los ingresados con lesión medular por una mala zambullida en el agua. Cada verano, cien bañistas sufren lesiones medulares. Desde que comenzó el verano cinco personas han ingresado en el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo con una lesión medular provocada por una mala zambullida. Es la tercera causa de invalidez entre los jóvenes.

Desde que comenzó el verano cinco personas han ingresado en el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo con una lesión medular provocada por una mala zambullida en espacios acuáticos, lo que supone un aumento significativo con respecto al año 2016, cuando únicamente se registró un ingreso por esta causa.

Así lo ha indicado a Efe la médica rehabilitadora en la Unidad Infanto-Juvenil del Hospital de Parapléjicos, Silvia Ceruelo, quien ha recordado la importancia de conocer bien el espacio acuático donde se va a saltar y la técnica empleada a la hora de zambullirse.

Según ha señalado Ceruelo, el cien por cien de las lesiones que se provocan en una mala zambullida son cervicales, que son "las más graves que podemos tener en lesión medular" dado que afectan a las cuatro extremidades.

Además, ha remarcado que no solo se ven afectados las extremidades sino también órganos como el corazón, el intestino, los pulmones o la vejiga.

El Hospital de Parapléjicos intenta concienciar a la población sobre las consecuencias de una mala caída en el agua a través de una campaña informativa que lleva a cabo cada verano.

'Salta seguro' es el lema de este verano, que se está llevando a cabo a través de las redes sociales y carteles informativos destinados a diferentes espacios acuáticos.

En concreto, los carteles informan sobre las cuatro dudas que se debe plantear la población antes de lanzarse al agua. La primera de ellas ser consciente de si la altura es equiparable al fondo.

Por otro lado, se debe tener en cuenta que en espacios como ríos o pantanos puede haber cambios de un día para otro, lo que puede llegar a provocar el arrastre de diferentes objetos.

La tercera duda que hay que plantearse es la técnica con la que se va a saltar y en este sentido es importante recordar que los brazos deben ser una prolongación del cuerpo y se tiene que evitar en lo posible que el cuello y la cabeza impacten contra el agua.

En último lugar, es importante resañar que ante la menor duda lo mejor es no saltar dado que una mala zambullida "puede cambiar el resto de tu vida y la de tu familia".