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La Policía Nacional realizará una prueba de ADN para comprobar que el joven localizado ayer en Torrejón de Ardoz se corresponde con el joven italiano de 26 años Marcello Volpe, un ciudadano de Palermo que llevaba cinco años desaparecido, después de que su madre, llegada en avión desde Sicilia no lo haya reconocido al verlo cara a cara.

Se llama Marcello Volpe, es de Palermo (Sicilia), tiene 26 años y desde hace cinco años su familia no sabía nada de él. Pero ayer una patrulla de la Policía Nacional le encontró en Torrejón de Ardoz, descalzo y desaliñado, como un mendigo y sin pronunciar palabra.

Su fotografía, distribuida en 2011 por Interpol, seguía en la base de datos de desaparecidos, lo que ha permitido a la Policía española dar con el paradero de su familia.

A ella le habían enviado una foto actual de su hijo, al que reconoció solo por una cicatriz en la muñeca derecha, ya que está bastante cambiado.

Pero cuando hoy se ha encontrado cara a cara con el joven, a la mujer le han entrado dudas al verlo con el pelo largo, barba y bastante desaliñado, algo que podría deberse, según los investigadores, a que ha entrado en shock.

Por ello, las fuerzas de seguridad van a acometer más gestiones y realizar una prueba de ADN para comprobar la identidad. Las pruebas tardarán unos días.

SE COMUNICA CON GESTOS Y FRASES INCIHERENTES

De momento, no se sabe dónde ha estado todos estos años, porque no ha hablado y solo se comunica por gestos y por escrito, aunque con frases incoherentes.

El que se supone que es Marcello Volpe llevaba desaparecido desde 2011. Hoy, la Jefatura Superior de Policía de Madrid ha informado de la aparición de este joven, cuya presencia en Torrejón de Ardoz llamó la atención de los agentes, que nunca le habían visto por la zona.

Los policías no desistieron en su empeño y tras indagar en asociaciones como SOS Desaparecidos y en Interpol, lograron identificarle y comunicarse con su supuesta madre.

Cuando desapareció, Marcello Volpe tenía 20 años, medía 1,75 metros y tenía el pelo castaño, según la descripción de los carteles en los que se pedía la colaboración ciudadana para encontrarle.

Los medios de comunicación italianos han seguido informando sobre este caso y en septiembre del pasado año, por ejemplo, daban cuenta de que se le había visto en la ciudad de Forlí, en la región italiana Emilia-Romaña, a 80 kilómetros de Bolonia. Finalmente no pudo comprobarse su presencia allí.

Un año antes, en septiembre de 2015, la familia de Marcello volvió a sentirse esperanzada cuando se comunicó que había sido visto en la zona universitaria de Trento.

Ninguna de las búsquedas por los lugares en los que en estos cinco años alguien ha dicho haberle visto resultó exitosa.

Habrá que esperar a que él pueda o quiera contarlo para saber dónde ha estado todos estos años.