A lo mejor no te suenan, pero estos pueblos están en Madrid... y tienes que ir
Santorcaz, Corpa, Braojos, Aoslos, Valdeavero o Gascones, localidades llenas de naturaleza, historia y sopresas...sin salir de la región
Localidades que no por menos oídas merecen menos atención y, seguro, que más de una visita
REDACCIÓN
Madrid, Móstoles, Alcalá, Fuenlabrada, Getafe, Alcobendas, Aranjuez y otras más son ciudades densamente pobladas y citadas frecuentemente. Otras también lo son por ser destino frecuente del turismo interno, como Manzanares El Real, Buitrago de Lozoya, Chinchón o San Martín de Valdeiglesias.
Hay incluso algunas localidades que son recordadas o por ser recónditas, como La Hiruela, o por sus pocos habitantes como ocurre en Robregordo o Madarcos. También sabemos de otras como Torrelaguna por ser patria del Cardenal Cisneros y Santa María de la Cabeza, señora de San Isidro Labrador.
Pero hay otras que aún estando lejos, teniendo poca población, una gran historia o un gran paisaje a su alrededor, son menos conocidas. Algunas ya han pasado por este espacio, pero otras siguen necesitando que las pongamos en el mapa y que acudamos a ellas. Merece, y mucho, la pena.
NAVARREDONDA-SAN MAMÉS
En la Sierra Norte de Madrid. Quédate con estas tres palabras: chorrera, iglesia y queso. Son tres claves para descubrir parte de los atractivos de esta población, unión de dos núcleos.
La Chorrera de San Mamés es una de las cascadas más emblemáticas de la región junto con la de Litueros, el Purgatorio o Robledondo.
La iglesia de San Mamés es uno de los mejores ejemplos del románico-mudéjar de Castilla. Y la quesería de Santo Mamés tiene a gala elaborar alguno de los mejores productos de la región.
BRAOJOS
Un pueblo en la Sierra Norte para abrir bien los ojos. Y es que algunos dicen que su nombre deriva del latín aperi oculus. Aunque el abrojo, una planta, también podría explicarlo.
Braojos tiene su estupenda iglesia de San Vicente Mártir y al lado el mirador sobre su entorno. Os proponemos alguna de las rutas para conocer las fuentes El Ejido o la subida a Peña Quemada.
Para los más aguerridos, están las 'estrozapiernas'. En bici o corriendo, son circuitos más exigentes por los parajes naturales.
GASCONES
¿Franceses en Madrid?. Sí y mucho antes que Napoleón y sus ejércitos. Estos llegaron durante la Reconquista para apoyar a los castellanos. Eso al menos cuenta la leyenda.
Podemos hacer un dos por uno, porque hay una ruta que une nuestro anterior destino Braojos con Gascones.
Desde éste podemos subir a uno de los mejores miradores de esta parte de Madrid. El Pico Reliquias, a casi 2.000 metros de altitud.
En el extremo este de la Comunidad de Madrid, rozando tierras alcarreñas. Está asentada en el itinerario secundario del itinerario romano de Antonino y de hecho se han encontrado restos funerarios de esta época.
Recorrer Valdeavero es viajar en el tiempo. No hasta la Roma imperial pero sí a momentos más recientes en los que la vida giraba en torno al campo. Los sembrados y algunas construcciones populares así lo atestiguan.
Como curiosidad, la localidad tiene el Cristo del Sudor. Imagen que, cuentan, recibió un balazo en la guerra y por ello cuenta con la medalla de mutilado.
VALDEPIÉLAGOS
Si seguimos por el borde del mapa de la región madrileña hacia el norte, cruzaremos Ribatejada y llegaremos a Valdepiélagos.
El nombre evoca un valle de mares, tal vez lagunas. De hecho el pueblo posee varias fuentes que constituyen un patrimonio que hay que recorrer.
Interesante es en Navidad su belén viviente y más aún la posibilidad de tomarse las 12 uvas de Nochevieja en la Puerta de Sol sin apreturas. Porque la Puerta del Sol de Valdepiélagos suele estar en esas fechas menos concurrida que la de la capital.
SANTORCAZ
Llena de leyendas y de personajes históricos como el Cardenal Cisneros, la Princesa de Éboli o el rey Francisco I de Francia. Todos ellos estuvieron presos en el desaparecido castillo de Torremocha.
Santorcaz cuenta con un parque arqueológico carpetano en el Llano de la Horca y un documentado pasado romano. Recorrer, pues, esta población es transitar por siglos de pueblos y civilizaciones asentadas en esta parte de Madrid.
Santorcaz merece un largo paseo o varios. Conocer la Iglesia de San Torcuato, la Atalaya Árabe, sus ermitas, los restos del castillo o el mencionado yacimiento carpetano.
PEZUELA DE LAS TORRES
Siguiendo el extremo este de Madrid, más hacia el sur, encontramos Pezuela. Tierra de pozos, dragones y alguna leyenda curiosa. El nombre denota la existencia y necesidad de agua por lo que los pozos debieron abundar.
Los dragones hacen referencia no a los animales mitológicos sino a un cuerpo de militares, Los Dragones de Pezuela, en tiempos de Felipe V, hoy encuadrados en el Ejército en la Brigada Almogávares VI de Paracaidistas.
Y el hecho curioso lo protagoniza una imagen religiosa que, siendo trasladada a Loranca, insistía una y otra vez en regresar ella sola a Pezuela de las Torres. Así nació la tradición y ermita del Cristo del Socorro.
La iglesia y su retablos, las bodegas, las caleras, la picota y algunas rejas en casas y caserones merecen conocerse más. Un rico patrimonio concentrado en Pezuela.
Esta población del Valle del Tajuña, asentada en la comarca de la Alcarria Madrileña, reúne además varios ecosistemas de gran valor. Con bosques de ribera, las vegas y cárcavas de los páramos, designados como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC). Si te gusta observar aves este es un lugar ideal.
CORPA
Seguimos en el entorno fluvial del Tajuña para conocer una de las mejores representaciones de caminos ganaderos de la Comunidad de Madrid. Y es que en Corpa encontramos varios tipos de vía pecuaria. No en vano, la población está entre dos de las principales: la Cañada Real Galiana y la Cañada Real Soriana.
La página municipal da cuenta de que en 1969 Corpa poseía dos coladas (vías de menor entidad): la Colada de Santorcaz a la Fuente del Rey, con una anchura variable de 4 a 8 metros, y la Colada del Camino Viejo de Pezuela de las Torres con una anchura variable de tres a siete metros.
En 1972, se reconfiguró el dominio pecuario que es el que ha llegado hasta nuestros días: un Cordel, dos Coladas, dos Descansaderos y un Abrevadero.
Corpa además tuvo una momia. la de don Francisco Collante, asesinado en el siglo XVII y al que se proponía para ser santo. Su cuerpo incorrupto estuvo en la Iglesia de Santo Domingo de Silos de la localidad, hasta que desapareció durante la Guerra Civil.
DAGANZO DE ARRIBA
No hay 'de Abajo'. Sólo existe hoy en día Daganzo de Arriba, aunque sí que hubo un núcleo con este nombre. Daganzo está en la zona de influencia de Alcalá de Henares, en su comarca, aunque con una historia propia ligada a un asentamiento visigodo y a una entidad propia desde el siglo XIII.
Dice el romancero popular madrileño que "de Daganzo, el garbanzo" y algo de cierto debe haber en la tradición agrícola de esta población ancestralmente ligada al secano, aunque hoy prolifere en tantas partes el regadío.
Y es precisamente este entorno agrario y sus zonas naturales lo que hace que Daganzo esté en la Zona de Protección Especial de Aves de "Cerealistas de los ríos Jarama y Henares".
La avutarda, el aguilucho cenizo o el cernícalo primilla conviven con el milano negro, el milano real o el alcaraván.
El campo daganceño se convierte en territorio de caza y hábitat para el águila imperial y otras rapaces que se aprovechan de la abundancia de liebres y conejos. existentes en la zona.
Y si transitamos por zonas más alejadas puede que podamos ver corzos, jabalíes, garduñas comadrejas o tejones.
HORCAJO-AOSLOS
Horcajo de la Sierra y Aoslos forman un municipio al norte de la Comunidad de Madrid. Horcajo está en la zona denominada los Altillos de Somosierra y a tres kilómetro se halla Aoslos.
Parece ser que el núcleo de Aoslos es una escisión del primero. También se cuenta que una epidemia afectó a los niños de esta localidad y que gracia a la intercesión milagrosa de San Isidro se consiguió salvar a los pequeños. De hecho, San Isidro es el patrón de la localidad.
Un recorrido urbano permite conocer los usos y tradiciones rurales. Y varios paseos nos llevan de una a otra población siguiendo caminos y regueras ancestrales.
Para los que posean mejor condición física el Ayuntamiento ha diseñado un itinerario que parte de Horcajuelo y llega incluso al Pico Tres Provincias, divisoria de Madrid, Segovia y Guadalajara atravesado dehesas, pastizales y otros paisajes de la media y alta montaña madrileña.