¿Cómo disfrutar del mejor San Valentín de Madrid sin gastar tiempo y al menor precio?

El dinero no da la felicidad y para disfrutar de un día como San Valentín lo más importante es la compañía.

Lejos de lujos y planes suntuosos, Madrid esconde un millar de tesoros dispuestos a ser descubiertos para permanecer en el recuerdo de sus enamorados.

Más allá de los planes, existen una serie de requisitos comunes a todos ellos.

Para pasar un San Valentín que sobreviva al tiempo y se mantenga en la memoria no debes olvidar comprar flores a tu pareja, empezar el día, si tienes la oportunidad, con el mejor de los desayunos en la cama (sé romántico y saludable, un zumo de naranja, frutas exóticas y cortadas con cariño, tostadas con tomate o aguacate, algún bollito y leche o café) y terminarlo, si es posible, con la famosa receta de manta, Netflix and Chill (vale cualquier plataforma, y vale cualquier serie o película, aunque mejor si es de amor).

Además, las nuevas tecnologías han contaminado la pureza de la humanidad pero, si hay algún día para mostrarse vulnerable y más humano, es el día de los enamorados.

Escribe una carta, desde el corazón y a mano. Decórala y guárdala en un recipiente romántico. Puede ser un simple sobre o algo más creativo, pero dale un toque especial, es 14 de febrero.

Espera al momento adecuado para entregar tu carta (o hacerla aparecer, puedes esconderla, preparar un juego...) y, con estos requisitos, al menos el 30% del éxito de este día está garantizado.

Picnic estrellado

Prepara un picnic, puedes hacerlo temático, por comidas culturales o con algún tipo de juego. Uno puede preparar la comida del otro o, directamente, divertíos cocinando juntos.

Hay infinidad de parques magníficos distribuidos por Madrid para vivir el mejor de los picnic. La Casa de Campo, el Parque del Oeste, El Retiro, Madrid Río, Las Siete Tetas... ideales para disfrutar de la magia de San Valentín en compañía de tu pareja.

Incluye dulces como postre de la merienda, manolitos, palmeritas, bombones, chocolate, nunca sobran.

Deja que el tiempo pase sin mirar el reloj y termina el día bajo la luz de luna mientras contemplas las estrellas de la noche de Madrid.

Perdidos por Madrid

Madrid es enorme, puedes pasar una y dos vidas que siempre encontrarás un nuevo rincón que conocer.

Visita la ciudad, de lo más viral a lo más ignoto, piérdete y déjate seducir por el encanto de las calles menos transitadas y descubre lugares que nunca habías visto bajo el embrujo del día del amor.

Añade un helado que complemente el paseo y acaba el día junto a tu pareja en las barcas del retiro, mientras cae el sol, puede ser buen momento para entregar aquella carta que escribiste.

La naturaleza del cine

Aún no ha llegado la primavera pero ya empieza a florecer el fruto carmín de los almendros.

Un paseo por la naturaleza del Parque de la Quinta de los Molinos o una visita al Jardín Botánico puede convertirse en la definición de 'Plan Romántico'.

Este 2024 el día de San Valentín cae en miércoles, para los cinéfilos, día del espectador.

Después de los Goya y con los Óscar a la vuelta de la esquina resulta la oportunidad ideal para disfrutar de una buena película (recuerda invitar a palomitas).

Por supuesto, siempre queda la opción de ver una película de amor, celebramos San Valentín.

Un museo en las nubes

Madrid está repleto de arte, muchas veces gratuito, siempre barato. Para las parejas más ilustradas, este día puede ser la oportunidad de conocer el lado más cultural de la capital.

Visita el museo o la representación del arte que más te guste o más se adapte a tu contexto.

A la salida, probablemente céntrica, puedes disfrutar de alguna de las famosas azoteas del centro de Madrid para ver el atardecer a tres metros sobre el cielo.

La entrada de muchas es gratuita, y los precios son minucias para el valor que tiene la vista de un momento inolvidable.

Una aventura es mejor para dos

Los amantes del deporte, la adrenalina y la aventura pueden aprovechar la fecha para ir de ruta. Un día de senderismo, una ruta en bicicleta o una jornada de barranquismo.

La experiencia es increíble y, junto a tu pareja, resulta el doble de gratificante.

Después de las grandes emociones y disfrutar de la naturaleza, termina el día en uno de los atardeceres más bonitos de Madrid, el del Templo de Debod.