Cuando el honor se reparaba con pistolas, levita y sobrero de copa, en el Museo del Romanticismo
- Pese a estar penada por ley, esta lujosa práctica se popularizó entre las clases altas del siglo XIX
- El museo expone un excepcional estuche de pistolas de duelo elaborado por el prestigioso arcabucero Eusebio Zuloaga hacia 1856
'El lujo del honor' es el nombre de la exposición con la que el Museo del Romanticismo de Madrid se ha propuesto retratar la práctica de los lances de honor, muy común a finales del siglo XVIII y en general en el XIX.
La costumbre de batirse en duelo como forma de reparar las ofensas a la honra, si bien se remonta a la Edad Media, se verá impulsada durante el Romanticismo, pues este movimiento pondrá el foco sobre el individuo y la exaltación de las emociones, con lo que el concepto del honor cobrará gran importancia como un valor esencial.
La burguesía emergente buscaba emular a la aristocracia
Además, en estos desafíos, un ritual masculino al que las mujeres no tenían acceso, participaron las clases más altas de la sociedad decimonónica, destacando la burguesía emergente que buscaba emular a la aristocracia.
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Ese vínculo entre duelo y posición social explica que, pese a ser una práctica penada y al margen de la ley, surgieran códigos que la revestían de un cariz de legalidad, pormenorizando los protocolos que debían regir estos actos, incluida la indumentaria de los duelistas: traje con levita negra y sombrero de copa.
EL 'KIT' DEL DUELISTA
Para elaborar un retrato de esta práctica, el Museo del Romanticismo expone un excepcional estuche con pistolas de duelo y sus accesorios, damasquinados en oro y de gran calidad técnica y decorativa, elaborados en Eibar por el prestigioso arcabucero Eusebio Zuloaga hacia 1856-1860.
La pieza, adquirida a finales de 2022 por el museo, se encuentra en un excelente estado de conservación, informa la institución.
El lenguaje secreto de los abanicos
El estuche contiene, además de una pareja de pistolas, los accesorios para su carga y mantenimiento: llaves para el montaje, turquesa para fundir las balas, polvorera para introducir la pólvora y baquetas para la carga.
Sin restar protagonismo a las piezas que conforman el estuche, y acompañada de unas líneas de la "España Trágica" de Galdós que invitarán a la reflexión, la museografía envuelve al público en uno de los duelos más famosos del siglo XIX: el del duque de Montpensier y Enrique de Borbón, que finalizó con la muerte de este.
La muestra se puede visitar hasta el 8 de octubre.
