El Festival de Verano de El Escorial, un ejemplo de Madrid como "referente cultural a nivel mundial"

Hablamos con el director de Promoción Cultural de la Comunidad de Madrid, Gonzalo Cabrera, de la II edición del Festival Internacional de Verano de El Escorial, el cual arranca este 6 de agosto y durará hasta el 2 de septiembre.

El festival invita a vivir la cultura con música, danza y teatro con un cartel lleno de grandes artistas.

¿Cuáles son las claves y objetivos del Festival Internacional de Verano de El Escorial?

Este festival pretende consolidarse como uno de los festivales internacionales de verano más importantes del país. Por ello, estamos buscando una programación de nombre, muy centrada en la danza y sobre todo en la música, con grandes reclamos internacionales y que principalmente giren un poco en torno a la excelencia.

Si bien buscamos un público muy transversal, también es verdad que las propuestas son de un contenido un poco elevado, con prestigio, con peso cultural. Nace con esa intención que se desarrolle en el tiempo, porque posicionarlo de esta manera requiere tiempo además de recursos.

Además de posicionarlo como uno de los festivales de verano más importantes del país, ¿tiene alguna otra expectativa?

Para nosotros también es muy importante posicionar tanto a El Escorial como a San Lorenzo de El Escorial como un referente dentro del ámbito de la música, y consolidar el Auditorio de San Lorenzo de El Escorial, que es una infraestructura que se creó con mucha ambición. Es un auditorio espectacular.

Tenemos también una programación continua en el Real Coliseo Carlos III todos los fines de semana. La mezcla de un auditorio con la última tecnología, muy moderno y contemporáneo, junto con el Teatro del Real Coliseo de Carlos III que es todo lo contrario, un teatro del siglo XVIII, esa contraposición de elementos me gusta mucho para el festival, es muy interesante ese contraste. Los dos se construyeron para más o menos lo mismo.

¿Se ha hecho algún cambio con respecto a la edición anterior?

Sí. Me parece que esta edición es un poco más abierta, más popular. En la edición anterior teníamos algunos espectáculos que estaban un poco más cerrados en cuanto al target de público, y esta vez es un poco más abierto.

Creo que la línea debería ir por ahí, manteniendo el rigor artístico y la excelencia artística como primera norma, pero abrirnos un poquito al público, que sea un poco más general. Esto atrae a más gente.

Además, al no ser un festival que esté en Madrid capital, donde es más fácil que la gente se mueva a todos lados, este festival para que funcione tiene que traer a gente de otros municipios; tiene que traer gente de Madrid capital y de las provincias aledañas.

En la presentación del festival comentaba que forma parte de la política de descentralización cultural. ¿De qué se trata esta política y cuál es su objetivo?

Nuestra política de descentralización cultural pretende dinamizar los municipios de la Comunidad de Madrid con unas líneas de programación que sean para todos los públicos, pero que también sean específicas. Que los espectáculos que existan en cada uno de esos municipios sean espectáculos que puedan verse en cualquier lugar de una gran capital, porque esta política no solo gira en el disfrute por parte de los vecinos del municipio de esas actividades, sino también en el desplazamiento del resto de madrileños y de visitantes que tenemos nosotros en la región de Madrid.

En ese sentido, este festival es muy claro, porque trata de captar la atención, no solamente de visitantes de fuera del municipio y de la región de Madrid, sino de más allá de la propia región de Madrid.

El giro que hemos dado en esta legislatura con respecto a la política de descentralización, a parte de un aumento de la actividad cultural descentralizadora, es precisamente la consolidación de la región de Madrid como un único ente que acapare la atención no solo de los madrileños, sino de más allá de aquí. El gran circuito de performance que se está llevando a cabo en Madrid se está llevando en los municipios de la región, que lo hemos iniciado nosotros con arte vivo en las villas.

‘Sesión Vermú’, que es uno de los programas de descentralización clave, son bandas de música indie que van a los municipios a tocar. Son las bandas de música que la gente va a ver a los grandes festivales. Cariño por ejemplo está en Coachella, el festival de música internacional más importante del mundo, y lo hemos llevado a un municipio de Madrid. Las Ginebras, de las primeras veces que se escucharon en Madrid, fue en ‘Sesión Vermú’ y no era en Madrid capital, y ahora son muy conocidas.

La política de descentralización es la mayor cantidad de propuesta, de mucha calidad, con la intención de captar gente más allá de las personas que hay en el propio municipio.

La edición pasada se realizó en una época aún afectada la Covid. ¿Cómo ha afectado la pandemia?

La pandemia evidentemente ha afectado a todos los ámbitos de la cultura, pero es verdad que las políticas que hemos aplicado en la Comunidad de Madrid fueron siempre políticas de aperturismo total y de tratar de llegar al máximo de lo que la situación sanitaria nos permitiese en todo momento.

Por eso Madrid ha sido un referente cultural a nivel mundial, y ha tenido sus espacios abiertos. Ha sido el primer lugar del mundo prácticamente que tenía sus espacios culturales abiertos al público.

Entonces, evidentemente nos ha afectado y al principio fue muy complicado. En el ámbito de la descentralización cultural fue muy complicado ya que dependíamos muchísimo de la incidencia de los brotes de los municipios, y a veces teníamos que cambiar un espectáculo que estaba previsto en un municipio a otro de manera inmediata. Esto fue muy complicado, sobre todo el primer verano.

Ahora yo creo que la situación ha cambiado bastante en ese sentido. Es verdad que la gente está muy abierta y está abrazando la cultura, compartiéndola y disfrutándola al máximo. Solo hay que ver los índices de actividad musical que existen en Madrid, que son impresionantes.

Yo pienso que en un momento determinado donde no existían formas de ocio, la cultura se ofreció en Madrid como una forma de ocio segura, y eso yo creo que ha calado. Creo que ha conquistado a un público que no estaba acostumbrado alomejor a ir al teatro y que ahora va más. Yo creo que ha habido algo de eso, y de que el público no ha dejado de acostumbrase.

En Londres y en París tienen muchos problemas para recuperar la audiencia porque han estado cerrados muchísimo tiempo, y la gente se desaconstumbra.

Estamos muy próximos a las cifras prepandémicas. Yo creo que ahora nos está afectando un poquito más la situación de la crisis humanitaria que existe en Europa con respecto a la guerra de Ucrania y la inflación. Pero nosotros en el sector público operamos con precios muy populares, estos espectáculos los puedes disfrutar desde los 18 euros, y eso sin aplicar los descuentos.

¿Y cómo se afronta la pospandemia?

Yo creo que tenemos que centrarnos en ofrecer una buena oferta para que el público se sienta atraído, y también en seguir con nuestras campañas de promoción y difusión de la cultura para seguir captando nuevo público.

Para nosotros también es muy importante tener un cierto contenido de riesgo, porque también es verdad que nosotros como sector público nos podemos permitir el riesgo de una manera un poco mayor que el sector privado.

Yo puedo programar un espectáculo que a lo mejor es mucho más complicado y quedarme con el patio de butacas a un 60%. El empresario privado lo tiene más difícil porque está arriesgando su dinero, y eso también nos permite a nosotros educar a los públicos. Es decir, hacer propuestas que son un poco diferentes y que el público se aproxime a ellas para que esa propuesta arriesgada en un futuro no lo sea.

¿Se podría decir entonces que la pandemia ha ayudado un poco al sector público a acercarse al privado?

Para nosotros es absolutamente clave la colaboración público-privada. En todo el proceso pandémico y de apertura de los espacios, todos trabajamos manos a mano con el sector privado para lograr como objetivo que todo el sector pudiese resurgir de una manera positiva, y con el menor riesgo posible.

Nosotros aplicamos una normativa que prevenía el covid cuando ni siquiera entonces se sabía realmente que es lo que prevenía. Aplicamos una serie de normas que sirvieron de laboratorio para los espacios privados. Los espacios privados pudieron ahorrarse un dinero porque nosotros pudimos trasladarles a ellos cual había sido la experiencia.

Creo que el sector público también tiene que servir un poco para eso. Al final la clave está en el sustento del sector privado, porque al final es el que genera la mayor parte del empleo.

A pesar de las restricciones impuestas por la Covid-19, la primera edición tuvo un gran impacto turístico. ¿Qué impacto se espera este año?

El pasado martes hablé con el Concejal de Cultura de El Escorial y me dijo que estaba funcionando bien, pero aún no dispongo de esos datos.

Lo único que temo es que este verano Madrid se queda un poco más vacía que en otras ocasiones, pues es el primer verano normalizado. Nosotros estamos activando campañas en provincias limítrofes y sé que se van a aproximar. Veremos a ver.

Yo tengo la convicción de que el festival va a recibir a gente de fuera, pero ese balance solo se puede hacer según vaya avanzando el festival. Pero si tengo la convicción porque creo que es una muy buena programación y muy variada.

¿Qué importancia tiene este festival para El Escorial?

Para El Escorial es muy importante porque este festival tiene la imagen de los grandes festivales de la región, con lo cual es llevar a un municipio un festival muy potente. Al final no está muy lejos en presupuesto de grandes festivales de la región, se va aproximando.

¿Cuál diría que es el espectáculo más esperado?

Hay dos espectáculos que me parece que van a ser dos grandísimas noches, son los hits del festival. Uno el 6 de agosto, que es la inauguración, con el tributo a Teresa Berganza. Este tributo va a reunir a lo más grande de la escena lirica actual, con José Martínez, Nancy Fabiola, Carlos Mena… Creo que va a ser un momento muy emotivo y muy bonito, va a ser una gran noche.

Y por supuesto Javier Camarena, quien fue reconocido por la ‘International Opera Awards’ el año pasado como el mejor cantante masculino del año. Esto son los Oscar de la ópera. Es ahora mismo el tenor por antonomasia a nivel mundial, que viene de México.

¿Qué otros espectáculos podría destacar?

Hay una cosa que me encanta que es este trío que hemos seleccionado de renovadoras del flamenco, que lo componen María José Llergo, Alba Molina y Rocío Márquez. Son las tres muy diferentes, pero son grandísimas renovadoras generacionales del flamenco. Rocío Márquez y Bronquio han clasificado su álbum como una de las renovaciones más sorprendentes del flamenco.

Y ojo también a la producción de Carlos Rodríguez de flamenco sobre Picasso. El año que viene se cumplen 50 años del fallecimiento de Pablo Picasso, y va a ser un año de conmemoración fuertísimo, sobretodo en Francia y en España que siempre competimos por Picasso. Y esto quizás sea como un aperitivo.

Tenéis también, por primera vez en estreno mundial, el espectáculo del coreógrafo canario Daniel Abreu, que es Premio Nacional de Danza. Yo diría que ‘Dalet (Da) es, probablemente, el espectáculo más ambicioso que ha hecho.

Y luego tenéis la Orquesta Barroca Collegium 1704, que es una exquisitez para los grandes amantes de la música barroca.

¿Cómo animaría a la gente para que acuda a este festival? Especialmente a los jóvenes...

Yo diría que visitar El Escorial siempre es un gran aliciente. Madrid tiene una ventaja muy grande, y es que tiene grandísimas ciudades Patrimonio de la Humanidad muy próximas y que son muy fáciles de visitar.

A los más jóvenes les animaría a aproximarse a estos espectáculos que realmente les va a abrir hacia nuevos universos. Y si tengo a jóvenes que son un poquito más ‘undergound’ les diría que nada mejor que ir a ver a Rocío Márquez con Bronquio, porque Bronquio viene de la escena punk. También tenemos electrónica mezclado con flamenco. A mí me parece que eso es muy apetecible

Y por último, ¿se habla ya de una tercera edición?

Tenemos algunas cosas pensadas ya, estamos ya preparando. Aquí lo preparamos con un año de antelación prácticamente todo, porque tengo que hacer la reserva de los artistas para que lo tengan también dentro de su calendario, porque sino los artistas van cerrando sus agendas. Entonces sí, estamos ya trabajando en ella.

Estamos esperando que termine esta para cerrar con el equipo de producción y con todo y empezar, pero ya hemos hablado de algunos nombres. El año que viene espero que el cartel sea incluso mejor y todavía más abierto.

¿Algún nombre que se pueda adelantar?

No, no quiero adelantar nada porque no tengo nada firmado. Pero sí decir que hay grandes nombres que estamos tanteando, y si lo conseguimos, va a haber grandes sorpresas.