El Museo de América de Madrid acoge hasta el próximo 13 de abril ‘La elocuencia de la imagen. Català-Roca en América’, una exposición que muestra una selección de 230 fotografías de los más de 7.000 negativos que el fotógrafo catalán realizó en América en la década de 1970, comenzando en México en 1973 y acabando en Ecuador en 1979.
Todas las imágenes pertenecen al archivo personal de Francesc Català-Roca (1922-1998) que se conserva en el Arxiu Nacional de Catalunya, según informó el Ministerio de Cultura, que organiza la exposición.
Estos viajes a América formaban parte del encargo que le encomendó la editorial Blume, especializada en libros de arte, fotografía y cultura, para ilustrar catálogos de arte popular americano. A pesar de que las imágenes que se usaron en estas publicaciones se centraban en la producción de objetos, Català-Roca también retrató las condiciones y las formas de vida de una sociedad tradicional en vías de desaparición.
En ese sentido, Català-Roca captó los paisajes y las personas de los lugares que visitó, realizando retratos de sus habitantes, formas de producción artesanal, mercados, tradiciones y ritos.
Las vivencias de Català Roca a través de sus obras
Estas fotografías, impresas y proyectadas, se presentan en diálogo con una selección de 44 piezas de la colección del Museo de América, una combinación que “permite, a través de diferentes formatos, acompañar a Català-Roca por este viaje reconstruido en el tiempo”. Entre ellas, destacan cerámicas, cestería, adornos, herramientas de trabajo y objetos vinculados con rituales.
A todo ello se añade la documentación relacionada con los viajes y la publicación de los catálogos de artesanía popular que editó Blume, que han sido estudiados por la documentalista Núria Gil Ros, y que pueden verse en la exposición.
Cultura explicó que la fotografía de Francesc Català-Roca “se caracteriza por captar su entorno social, político y cultural, mirando hacia los detalles de la cotidianidad”, y en los viajes que realizó a América incorporó a su técnica el uso del color.
En este caso, los protagonistas de sus instantáneas son las personas que relacionan con su entorno a través de usos y costumbres propios. Al acercarse a ellos, “capta su identidad” mediante lo cotidiano, en unos años en los que América Latina estaba viviendo profundos cambios sociales, mostrando la realidad social y cultural del subcontinente en la década de 1970.