La Red de Museos Municipales de Madrid continúa con el ciclo de visitas virtuales a sus colecciones, que en este 15 de mayo, día del patrón madrileño, permitirá visitar de forma virtual el Museo de San Isidro y su patio renacentista.
En esta ocasión, y coincidiendo con la celebración de las fiestas, el ciclo 'Visitando mi colección' incluye una nueva entrega que permite conocer, sin moverse de casa, las joyas que alberga el Museo de San Isidro-Los Orígenes de Madrid, ha indicado el Ayuntamiento en un comunicado.
Situado en la plaza de San Andrés, 2, en pleno Madrid de los Austrias, se ubica en un palacio que, según la tradición, perteneció a la familia de los Vargas, para quienes trabajaba el patrón la ciudad.
De la mano de Virginia Salamanqués, jefa de la sección de Investigación Arqueológica de este museo, la ciudadanía puede conocer a través del canal de Youtube de los Museos y Exposiciones Municipales algunas de las características de este edificio, uno de los pocos ejemplos que quedan en Madrid de construcción y patio renacentista, que se han reconstruido conservando algunos de sus elementos originales.
También conserva la capilla del palacio, decorada con pinturas de Zacarías González Velázquez, del siglo XVIII.
El patio ofrece ahora espacio para los montajes de belenes navideños y, además, muestra piezas escultóricas rescatadas de otras zonas de la ciudad, sin olvidar la fuente, a cuyas aguas se atribuyen propiedades milagrosas debidas a la intervención del santo.
DE LA PREHISTORIA AL RENACIMIENTO
El Museo de San Isidro expone la historia de lo que hoy en día es Madrid: desde que estaba habitada por mamuts y rinocerontes hasta que Felipe II estableció definitivamente la corte en el siglo XVI.
Todo a través de una extensa colección de piezas arqueológicas, maquetas y grabados, que se alternan con modernas pantallas y elementos interactivos.
La visita está estructurada en tres partes: Antes de Madrid, Mayrit-Madrid y San Isidro. Además, el edifico alberga un almacén visitable que contienen valiosas piezas que por falta de espacio no pueden verse en la exposición permanente, un jardín arqueobotánico y el célebre pozo del milagro del que, según dice la tradición, el hijo de San Isidro salvó su vida tras caer en él, gracias a las plegarias de su padre.