Historias sorprendentes del Parque de El Retiro
Un invernadero que fue sede de las Cortes, una vaquería convertida en teatro o un circuito automovilístico entre los árboles
Un castillo para predecir el tiempo, un mirador oculto en una estatua o un refugio antiaéreo bajo tierra son otros lugares curiosos
El Parque de El Retiro es un auténtico lujo en Madrid. Un oasis verde en mitad de un entorno de asfalto y ladrillo. Remanso de paz, en ocasiones, para los vecinos y visitantes. Pulmón del centro de la capital y jardín monumental.
Os proponemos recorrer algunos de sus rincones, tal vez, menos conocidos. Repasar su historia y curiosidades y ponerlos, más aún, en valor como un auténtico patrimonio de la ciudad de Madrid. Comenzamos...
EL MIRADOR DE ALFONSO XII
Recuperamos este punto de observación dentro del parque que ya mereció varios párrafos en una anterior visita.
Casi todo el mundo sabe que el monumento a Alfonso XII, junto al estanque, posee un mirador en la columna que soporta la estatua del rey.
Lo que tal vez no es tan conocido es que se puede subir y otear. Pero para ello hay que apuntarse a alguno de los paseos que organiza el Ayuntamiento y que tiene aquí una parada.
A SALVO DE LAS BOMBAS
Bajo unas gruesas planchas metálicas se encuentra uno de los refugios construidos durante la Guerra Civil.
Un lugar que se empezó a construir en el año 1936 y se terminó en 1938. Recientemente se ha llevado a cabo una limpieza general, la adecuación de los espacios, la dotación de instalación eléctrica y la colocación de cerramientos seguros de las estructuras descubiertas de cara a poder ser visitado.
EL INTERNET DEL SIGLO XIX
Un castillo en medio de El Retiro. Ese era el aspecto de la estación de telegrafía instalada en el parque a mediados del siglo XIX.
Un edificio con sus torres almenadas que ahora se somete a una rehabilitación. Es un edificio singular, por su arquitectura y por haber sido nodo de telecomunicaciones a lo largo de un siglo.
Primero fue telégrafo óptico, luego por cable y posteriormente radiotelegráfico tras añadirse una alta antena.
Pero además, aquí nació la previsión oficial de la meteorología para España. En 1888 se instala en este castillete el Instituto Central Meteorológico, precursor del Instituto Nacional de Meteorología y la actual Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
EL AHUEHUETE DE 400 AÑOS...O MENOS
Dicen que es el árbol más antiguo de la capital, aunque es un ejemplar venido de lejos. Es el Ahuehuete de El Retiro. Se le calculan unos 400 años de edad y sigue teniendo un porte impresionante.
Se le conoce también como el árbol calvo mexicano, así que ya está clara su procedencia.
Sobre quién lo plantó hay controversia. Para unos es un ejemplar traído por el mismísimo Colón, para otros es iniciativa del Conde Duque de Olivares y para otros más es un ejemplar incorporado en el plan de ajardinamiento de Isabel II.
Lo que parece claro es que las semillas de este tipo de Taxodium no llegaron a España antes del S XVIII. La existencia de otro similar en Aranjuez hace plausible la hipótesis de que el Ahuehuete de El Retiro fuese plantado en el S XIX.
Sea como fuere, el árbol está catalogado como uno de los ejemplares singulares de la Comunidad de Madrid y, como tal, protegido.
UN CIRCUITO DE CARRERAS EN EL PARQUE
Ahora, cuando algunos sueñan con recuperar las carreras de Fórmula 1 en el Jarama o sacar a delante otro circuito en Morata de Tajuña, hay que recordar que El Retiro fue autódromo hasta no hace mucho.
El nombre del Paseo de Coches de El Retiro tiene algo que ver con esto. Primero fueron calesas, simones y otros vehículos de tracción animal. Luego lugar de exhibición de los primeros modelos de automóviles llegados a Madrid. Y finalmente pista de carreras de motos, sidecars, coches y karts entre otras máquinas.
Hoy parece inimaginable pero hasta los años 80 del S XX los coches atravesaban El Retiro y el Paseo de Coches se convertía habitualmente en aparcamiento. La llegada de Enrique Tierno Galván puso fin a la presencia de los vehículos privados en esta parte. Ahora aquí se suele celebrar la Feria del Libro de Madrid.
LA CATEDRAL DE CRISTAL Y EL ZOO HUMANO
El Palacio de Cristal de El Retiro es una de las joyas arquitectónicas de la ciudad. Un enorme invernadero de cristal y metal al estilo del que existió en Londres. Afortunadamente, el de Madrid aunque más modesto en su tamaño, continúa en pie.
El edificio se levantó con ocasión de la Exposición General de las Islas Filipinas, un evento para dar a conocer en 1887 las gentes, modos de vida y en especial la riqueza botánica de aquella parte del mundo por entonces colonia española.
Durante varias semanas algunas familias filipinas, sus animales, sus productos típicos y sus tareas diarias compusieron un zoo humano, reprobable hoy en día pero que con la mentalidad de hace dos siglos supuso un gran atractivo y asombro.
De aquella exposición en la que parte de El Retiro fue una selva, nos queda el Palacio de Cristal. Invernadero, sede de las Cortes españolas y en la actualidad sala de exposiciones del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.
LA NORIA, EL FRANCÉS Y EL MALDITO INGLÉS
El Retiro es un enorme jardín y por ello ha necesitado siempre un gran sistema de riego. Varias norias se encargaban de suministrar y repartir el agua por todo el recinto del Real Sitio.
Una de ellas, la noria del Huerto del Francés fue rescatada a finales del S XX y puesta de nuevo a girar y funcionar junto a otros elementos que aparecieron en los trabajos arqueológicos.
Lo del Huerto del Francés tiene que ver con el campamento de tropas de Napoleón que se asentaron allí durante la invasión gala. Ni que decir tiene que las tropas no fueron muy cuidadosas.
Pero no mucho mejor le fue a El Retiro con los ingleses llegados poco después. El General Wellington ordenó destruir la Real Fábrica de Porcelana de El Retiro, una acción destinada a acabar con esta industria que entraba en competencia con la británica.
Esta fábrica, conocida como 'La China' recogía la tradición y los secretos de Capodimonte traídos por Carlos III a la Corte española. Inglaterra aprovechó su presencia en la Guerra de la Independencia para guerrear contra Napoleón y de paso volar por los aires a su rival en el comercio de porcelanas.
Por cierto, 'La China' estaba en el lugar que hoy ocupa la estatua del Ángel Caído. Se cuenta que uno de los secretos de la calidad de la porcelana era el agua de Madrid, que suministraba la noria del Huerto del Francés. Mucha historia en pocos metros cuadrados.
VACAS, HORCHATA Y TEATRO
Ahora compras la leche en la tienda, pero las vaquerías fueron una manera de suministrar leche a los madrileños hasta los años 70 del siglo pasado.
Una de estas vaquerías fue la Casa de Vacas de El Retiro. Se construyó en 1874, se vendía leche recién ordeñada y los clientes podían bebérsela tal cual sentados en una terracita al lado del establo.
Otra cosa es que murieran de una infección bacteriana o no, pero eso es otra triste historia a la que Louis Pasteur consiguió poner fin.
Pero volviendo a la Casa de Vacas, el edificio fue un encargo de Fernando VII. Luego, al pasar al Ayuntamiento de Madrid la propiedad real de El Retiro, la Casa siguió como lechería. Posteriormente fue chocolatería, café, restaurante, horchatería de verano y sala de fiestas.
En 1983 la Casa de Vacas se incendia. Fue reconstruida por el Ayuntamiento y desde entonces es sala de exposiciones y alberga un teatro.
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