¿No tienes pareja en San Valentín? No hace falta, hay muchos planes para ti en Madrid
Ideas pasar un Día de San Valentín en paz y sin moñadas
CARMEN M. TEJEDA
A estas alturas de la película si no has conseguido pareja para San Valentín nada que podamos decirte va a ayudarte, seguramente, a conseguir una. Por otro lado ¿Quién necesita pareja cuando hay tanto mundo que ver, tanto qué hacer sin necesidad de ir codo con codo con otro ejemplar de ser humano?
Reconozcámoslo, estar solo tiene muchas ventajas y ahorra discusiones a la hora de hacer planes, lo que, al final, redunda en una inapreciable paz mental. A veces todos lo necesitamos.
Ya lo dijo Miley Cyrus cantándole a su ex que no le necesita para comprar flores ni para hablar ni para nada de nada. Pues eso. Que mejor solo que mal acompañado y que a todos nos viene bien que nos dejen en paz de vez en cuando. Y por si estás falto de ideas, dicho sea con respeto, te sugerimos algunos planes para realizar contigo mismo en la fecha más pastelera y moñas del año (y evitarte el subidón de azúcar): San Valentín.
¿Qué no tienes pareja? Ni falta que hace.
Ligar no es una opción
No caigas en la tentación que esto va de disfrutar contigo mismo y tener esos momentos de paz mental que a veces no puedes conseguir rodeado de gente. Dedicar un tiempo a uno mismo es sano y saludable. Y no olvides que para poder estar bien en pareja, primero hay que saber estar solo.
Así que ligar no es una opción pero comer sí. Y que estés solo no es excusa para hacerlo mal, así que ponte tus mejores galas que salimos.
Si tienes una edad (mediana) este plan te va a traer buenos recuerdos. Seguro que hace ya mucho que sustituiste las máquinas recreativas por la Play pero ¿no te apetece darle de nuevo a ‘los marcianitos’? Venga, que salga el niño que tienes dentro.
Y si aún eres un joven y tierno jovenzuelo (de esos que llaman Generación Zeta) seguro que te va a encantar probar una de esas viejas máquinas arcade. Si eres millennial, has nacido con la nostalgia de serie así que también será un buen plan para ti ir a un lugar como ‘Rockade Malasaña’ en la calle del Marqués de Santa Ana, 11, o ‘Rockade La Latina’ en la calle del Almendro, 9.
Toma posesión de una mesa con taburete alto y pide una pizza, o unos nachos o una bocadillo de jamón, o humus si lo tuyo no es la carne. Con una buena cerveza. Por ejemplo. Tienes al lado las máquinas. Dale y disfruta.
Ver una película
¿Cuántas veces has dejado de ver una película de esas que te gustan porque nadie más quería verla? Es tu momento. Ahora mismo la cartelera está repleta de buenos títulos como ‘Pobres Criaturas’, ‘El Color púrpura’o ’ La sociedad de la nieve’ (¿Cómo que aún no has visto ‘La sociedad de la nieve? Pues ya tienes plan).
Aprovecha para elegir sin que nadie te discuta o vuelve a ver esa película que tanto te gustó (y a los demás no), que lo de ir dos veces al cine a ver lo mismo no es algo que todo el mundo acepte. Por supuesto con unas buenas palomitas y bebida extra-mega-grande que para eso estás de celebración.
Ver otra película, pero más cómodo
Que tampoco hay que salir para ver una buena película si no te apetece. Que igual de bonito es quedarse en casa con ropa cómoda (el pijama es una buena opción) y ver una buena película en streaming (que para algo lo pagas).
Olvídate de coger el metro o el bus o el coche o el tren y dedica el Día de San Valentín a que nadie interrumpa tu disfrute cinéfilo. Coge el mando y dispara. No te avergüences de ver ‘Dos rubias muy rubias’ o ‘Resacón en Las Vegas’, aquí de lo que se trata es de ser tú mismo y hacer lo que te apetezca.
O una de esas películas de Michael Bay que te dejan nuevo cuando acaban. Algún la ciencia reconocerá el valor terapéutico de películas como ‘Armageddon’ o ‘Transformers’ y puede que sea justo lo que necesitas para este parón en tu estresante vida.
También puedes ver ‘El padrino’.
Cálzate las botas y respira
A veces estar en un lugar donde no puedas ver a otro ser humano en horas es un premio que te mereces. Que has tenido una semana muy dura. Cálzate las botas y el pantalón de Decathlon y sal ahí fuera a respirar aire. Deja la gran ciudad y busca un lugar para oxigenar mente y cuerpo.
Pídete el día libre y vete a comer a La Hiruela, Montejo de la Sierra o Madarcos, que a esas alturas de la semana van a estar muy tranquilos. Y después sal al campo y date un paseo en silencio. Hay muchas rutas de senderismo que discurren por lugares maravillosos. Y de paso mueves un poco las piernas que es muy sano.
También puedes visitar la Chorrera de los Litueros, en Somosierra, que a estas alturas cae repleta de agua, o la ribera del Jarama al lado del Hayedo de Montejo. Hay muchos sitios donde perderse en la Comunidad de Madrid
Pero no olvides sentarte de vez en cuando en una piedra, al borde un arroyo o en un viejo tronco de árbol caído. Y escuchar. Las altas temperaturas, más elevadas de lo normal para estas fechas, han obligado a la Naturaleza a despertar antes de tiempo y tiene mucho que decirte. Si la dejas. Escucha los pájaros, los sonidos de los pequeños roedores, el ‘ladrar’ de los ciervos, el gruñir de los jabalíes, el gañido del zorro, busca la blanca flor de la jara que ya empieza a asomar, los amarillos jaramagos. Disfruta en paz.
Madrid también tiene sus rinconcitos tranquilos
¿No puedes pillarte el día libre? No pasa nada que Madrid vale para todo y también para darte un poco de paz. La naturaleza también tiene su huequecito en la cuidad. Date un paseo por alguno de los maravillosos parques. Esos que nunca tienes tiempo de visitar.
Por ejemplo la Alameda de Osuna, un lugar mágico y con una historia de lo más interesante. Antes de perderte entre sus árboles lee algo sobre este lugar tan especial (si no lo has hecho ya). También puedes darte una vuelta por la Dehesa de la Villa, mucho menos concurrida que el Retiro (sobre todo un miércoles) o disfrutar de la vista del anochecer desde las Vistillas.
¿Cuánto hace que no te das una vuelta por Madrid, sin prisas, sin correr, sin rumbo fijo? Prueba a hacerlo este Día de San Valentín.
Olvídate de todo y de todos y date unas horas de paz que tener compañía está bien, pero hay cosas que uno debe hacer solo.