A día de hoy los nombres de chulapo y chulapa ya están en la memoria colectiva como genéricos de los madrileños, pero en un principio se llamaban chulapos solo a los vecinos del barrio de Malasaña o Maravillas. En las Fiestas de la Paloma 2019, de nuevo tendrán protagonismo en las calles de Madrid.
Estos términos, que fueron acuñados a finales del siglo XIX y principios del XX, se debían a la peculiar forma de vestir y de hablar que tenían estos vecinos. A los chulapos los conocíamos por vestir impecables sus trajes y tener un vocabulario peculiar, mientras que las chulapas eran las planchadoras de Cavas, fruteras o modistas.
Esta peculiar forma de vestir les sirve, a día de hoy, como reivindicación de las tradiciones madrileñas, ya que por finales del siglo XIX, además de adoptar diferentes formas dependiendo el barrio en el que vivían, servía para elevar su condición social de pueblo llano a la categoría de casta popular, que les sirvió para diferenciarse de los demás y constituir un nuevo ‘estamento’.
De esta forma, y como se conserva a día de hoy, durante las fiestas de La Paloma 2019 podemos ver a muchos ‘chulapos’ ataviados con la gorra, el pantalón, la chaqueta corta, el chaleco y el pañuelo en el cuello.
A las ‘chulapas’, en cambio las veremos con el pelo recogido, una falda ancha hasta los pies, una blusa ceñida en la cintura, y el tradicional pañuelo en el cuello. Y por supuesto, no puede faltar el mantón, símbolo esencial de estas fiestas.