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Tragedia y milagro. Dos palabras que no suelen ir juntas pero que este jueves sirven al alcalde José Luis Martínez Almeida, para ilustrar lo vivido en la explosión de la calle Toledo de Madrid.

Los duros momentos vividos tras la explosión de Puerta de Toledo

"Pudo ser una masacre", dice Almeida

"Pudo ser una masacre", dice el alcalde, ya que argumenta que, a pesar de las cuatro víctimas mortales, las consecuencias de la violenta explosión, junto a un colegio y una residencia de ancianos, pudieron ser catastróficas.

"Me emociona vivir en una ciudad donde la gente sale a ayudar"

Una vecina de la calle Toledo: "El estruendo me levantó del sofá y temí por mi madre ingresada en la residencia"

El alcalde se ha mostrado emocionado de vivir y ser el alcalde de una ciudad donde "los madrileños, con todo lo que hemos pasado, al ver la explosión salieron a la calle a ayudar y arrimar el hombro". Sobre los daños y perjuicios que han sufrido los vecinos de la zona, el alcalde asegura firmemente que el ayuntamiento "estará a su lado".

Revisión exhaustiva de las consecuencias de Filomena

"Filomena hoy nos ha salvado de una tragedia aun mayor", afirma Martínez-Almeida

Almeida no quiere aventurar hipótesis sobre las causas de la explosión, y las relaciones con el temporal Filomena. Mientras los equipos siguen investigando todos los detalles, avisa de que es pertinente hacer "una revisión exhaustiva de las consecuencias de Filomena en los edificios de Madrid", ya que hay que estudiar los daños que pueden haber sufrido calefacciones, calderas o tuberías.