Castigos por las malas notas y maltrato, los motivos que dan los hermanos de Castro Urdiales para matar a su madre
El menor de 13 años es inimputable, por lo que no se le puede aplicar ninguna medida para este crimen
Foto: Redacción |Vídeo: Telemadrid
Redacción
Vamos conociendo más datos del crimen de la madre de Castro Urdiales a mano de sus dos hijos de 13 y 16 años.
Y es que los menores, que fueron detenidos poco después de encontrar el cadáver de esta mujer llamada Silvia, han manifestado que los castigos por las malas notas y el maltrato continuado de los progenitores ha sido el detonante de este asesinato.
Por su parte, la investigación ya ha reconstruido los movimientos de los hermanos ese día y han concluido que el mayor, tal y como él mismo ha contado, agredió a su madre en la cocina y de ahí, llevaron el cuerpo al coche para intentar huir pero, como no sabía conducir, terminaron chocando con el vehículo y escapando a pie.
Algunos vecinos dicen que estos menores eran problemáticos, otros manifiestan que eran una familia ejemplar.
Además, según adelanta El Debate, el hermano mayor de 16 años denunció en su instituto hace dos años que sufría malos tratos en casa, que le pegaban habitualmente, pero en el centro nadie denunció, tan solo informaron a los padres de la acusación del niño que, dice, sufrió las represalias en casa.
Algunos compañeros de clase de los menores han reconocido que había días en que los hermanos acudían al colegio con moretones y marcas en el cuerpo. Esta versión ha sido ratificado por el niño ante los agentes, que también ha explicado que desde que llegaron hace más de 10 años a la familia al ser adoptados, también había sufrido maltrato psicológico.
Uno de los dos hermanos es inimputable
Al menor de 13, penalmente, no se le puede aplicar nada por el crimen ya que, al no haber cumplido los 14 años es inimputable y, por lo tanto, no puede ser juzgado.
En el caso de su hermano de 15, es distinto, a él sí se le puede aplicar la Ley del Menor que recoge una serie de ‘medidas’ para menores entre 14 y 17 años. En este caso, con 15, podría ser condenado a un máximo de cinco años de internamiento en un centro en régimen cerrado, o incluso 6 en casos especialmente graves.
Pero si el juez considera que la ‘pena’ no tiene que superar los dos años, entonces puede que ni entre en ese centro. Por lo tanto, se enfrenta hasta 5 o 6 años de internamiento para un menor en régimen cerrado frente a los 15-25 años de prisión por homicidio para un mayor de 18.