La venta de gominolas con cannabis, conocidas popularmente como las chuches de la droga, ha puesto en alerta a las autoridades y expertos en el consumo de sustancias psicoactivas.
Días atrás, la presidenta de la Comunidad de Madrid Isabel Díaz Ayuso, anunció en su balance anual, la intención de impulsar una ley que regule el consumo ilegal de productos cannábicos. La facilidad con la que estos productos pueden adquirirse, incluso por menores de edad, tanto en internet como en establecimientos físicos, es una realidad preocupante.
En la actualidad, el límite legal de tetrahidrocannabinol (THC), el compuesto químico responsable de los efectos psicoactivos del cannabis, se sitúa en un 0,3% en productos comercializados.
Sin embargo, tal y como recoge un artículo de ABC, gominolas y otros productos comestibles disponibles en algunas 'grow shops' o tiendas especializadas alcanzan concentraciones de THC de hasta un 15%, una cantidad que excede ampliamente lo permitido y que puede tener efectos más intensos y peligrosos.
Antón Gómez Escolar, experto en sustancias psicoactivas y autor de la cuenta @drogopedia, explica que aunque el THC presente en estas gominolas es el mismo principio activo que contiene la planta de cannabis, los productos sintéticos suelen contener dosis mucho más altas. Además, el hecho de consumirlos por vía oral incrementa los riesgos.
Lo más alarmante, según investigadores y expertos, es la accesibilidad de estos productos. Ya no se trata solo de adquirirlos en internet, donde existen plataformas que operan al margen de la regulación, sino de la presencia de estos artículos en tiendas físicas, a menudo sin control estricto sobre su venta. Esto ha permitido que menores de edad se conviertan en consumidores potenciales.