Elena Daprá, psicóloga, explica qué intención puede haber detrás de "la agresión de pinchar a una persona"

Ante el creciente número de casos de agresiones con “pinchazos” en discotecas y eventos nocturnos, la ministra de Justicia, Pilar Llop, ha reiterado que este tipo de agresión puede suponer un delito de lesiones con agravante de género. Los “pinchazos” están penados, aunque no se inyecte ninguna droga o no se cometa un delito posteriormente.

En algunos de los casos denunciados no se ha detectado droga en el cuerpo de las víctimas, por lo que podría tratarse de “un pinchazo sin droga, sin que sea para conseguir la sumisión química”. Surgen preocupaciones y preguntas sobre cómo actuar y qué pretende “alguien que se dedica a pichar a mujeres en espacios de ocio”.

Diferentes grupos políticos, como el Partido Popular, ya han reclamado “un protocolo de actuación que dé respuesta uniforme a esta problemática y devuelva la seguridad a las jóvenes, que merecen ser escuchadas”, en palabras de la portavoz adjunta en el Congreso, Marta González.

Según la psicóloga Elena Daprá, “hay varios perfiles según cuál es la intención de pinchar a una persona”. “Puede ser para ejercer sumisión química o para ver qué respuesta se puede conseguir de esa persona”.La psicóloga explica que “es gente que no se relaciona bien con las mujeres, que les falta empatía y hay algo de querer ejercer dominación sobre la víctima”. Recalca que “hay que tener claro que de todas formas es una agresión” y “las mujeres llevamos teniendo miedo de salir por la noche desde hace tiempo, pero el miedo no puede bloquearnos”.

Considera que “debemos ser más prudentes y saber qué hacemos y cómo lo hacemos cuando salimos de noche”, porque “aunque sea un reto o no se produzcan agresiones más graves, es algo que puede pasar y tener precaución es lo principal”.