¿Es viable retirar el teléfono móvil al adolescente que está acostumbrado a vivir pegado a él?

El Consejo de Ministros ha aprobado el pasado martes el anteproyecto de ley para la protección de menores en entornos digitales que incluye varias medidas como más implicación de los pediatras, más controles por edad e, incluso, penas de cárcel.

El Gobierno quiere proteger así a los menores en el mundo digital, y para ello propone que se eleve de 14 a 16 años la edad mínima para abrirse una cuenta en redes sociales y, además, que los menores de 18 no puedan acceder a entornos digitales, por ejemplo, juegos, que funcionen con sistemas de recompensas (premios virtuales) que pueden terminar generando conductas de consumo compulsivas como la ludopatía.

También se exige un control efectivo del acceso por edad que, si no se cumple, la CNMC podrá cesar la actividad de la red social que incumpla.

Además se da luz verde a que los centros educativos regulen el uso de los dispositivos en clase, así como los pediatras que tendrán una función fundamental: la de detectar posibles adicciones digitales con chequeos extra.

Dos cuestiones más, entran en el Código Penal, con penas de entre 1 y 2 años de prisión, las ‘deepfakes’, es decir, falsificaciones de voz, audio o video, con Inteligencia Artificial o sin ella, que simulen situaciones de contenido sexual o vejatorias.

Y para los que utilicen el ‘grooming’ (hacerse pasar por otra persona con el objetivo de cometer delitos sexuales) también habrá penas de cárcel.

Pero, ¿será fácil para los centros educativos la regulación de la utilización de los smartphones entre sus alumnos?

En 120 Minutos hemos hablado con Esteban Serrano, secretario de Organización de ANPE-Madrid que avala la importancia de que no se utilicen los móviles en los centros escolares a la vez que destaca que “no se pueden eliminar por completo porque tienen un componente educativo”.

Serrano también ha resaltado que en muchas ocasiones los alumnos tienen más conocimientos de las nuevas tecnologías que ellos, por lo que un aspecto a tener en cuenta sería la formación tanto del profesorado como de los padres para poder hacer un mejor control y pedagogía.