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Desde principios del mes de julio el precio de la luz está por las nubes. Muchas familias de la Cañada Real ya no pueden pagar la luz. A algunos se la han cortado incluso. Por ello la Fundación Madrina ha colocado unas placas solares, gracias a las cuales muchas familias pueden tener acceso a una electricidad básica a un bajo coste.

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"Un poco de dignidad"

"Están llegando recibos de 300 euros de luz a familias que no tienen ningún ingreso", cuenta Conrado, un voluntario del proyecto.

Conrado, el responsable de este proyecto nos cuenta que muchas familias estaban enganchadas al suministro al carecer de acceso a la electricidad. Califica como "dramática" la situación pues afecta a un buen número de menores. De esta manera los habitantes pueden mantener la nevera y otros electrodomésticos. Como dice Conrado de esa forma obtienen un "poco de dignidad".

Mónica relata lo duro que es vivir sin luz, especialmente en verano soportando las altas temperaturas. Conrado también incide en un aspecto importante: gracias a este pequeño suministro de luz los habitantes de la Cañada pueden cargar sus móviles y estar en contacto con los voluntarios de la Fundación Madrina.