La familia de Ángel y Fernando, que murieron en un vertedero, pide citar a una quincena de testigos
La familia Ángel y Fernando, los primos localizados en un vertedero de Toledo, piden al juez nuevas diligencias para el esclarecimiento de su muerte
El caso de los primos Ángel, de 11 años, y Fernando, de 17 años, que desaparecieron en Carabanchel y fueron localizados muertos en el vertedero de Toledo, fue cerrado por la Policía como muerte accidental. Sin embargo, la familia de los menores ha solicitado al juzgado que cite a una quincena de testigos del entorno de la expareja del mayor y que se practiquen nuevas diligencias como el posicionamiento de sus teléfonos móviles, según Vozpópuli.
La familia sigue insistiendo en que el suceso fue un asesinato y siempre ha señalado al entorno de la expareja de Fernando, que vive en Toledo y fue el motivo del desplazamiento de ambos jóvenes. Para avanzar en el proceso, el abogado Marcos García Montes presentó el pasado 12 de julio el escrito al magistrado Jesús Yunta García-Prieto en representación de los padres de las víctimas.
15 testigos
Entre las solicitudes, destaca la petición de nuevas testificales de una quincena de personas, la mayoría del entorno de los que son sospechosos de la desaparición. La primera de todas ellas es Lucía, la expareja de Fernando. "En la denuncia interpuesta por su padre, este manifiesta que los dos menores fueron a visitar a su hija momentos antes de su desaparición", señala el escrito.
También mencionan a la madre de Lucía, Trinidad, ya que ha cambiado de versión en varias de sus declaraciones al no reconocer que el día de la desaparición mantuvo una conversación con Fernando. Además, también pintó la vivienda en la que vivía de okupa en los días próximos a la desaparición de los menores. Otro de los nombres que ponen sobre la mesa es el de Jonatan, el padre de Lucía. Este hombre confesó a los agentes de Policía Nacional que los primos acudieron a visitar a su hija "momentos antes de su desaparición".
El teléfono de uno de los primos
Uno de los perfiles que más llamaron la atención de los investigadores es el de Cristopher, conocido como Cristian, la actual pareja de la madre de Lucía. Tenía en su poder uno de los teléfonos de Fernando. Un dispositivo que su hermana entregó a los agentes de la Policía Nacional. Antes la comentó que podía tirarlo al río.
Para los familiares de los primos, se hace necesaria la declaración de las hermanas de Cristian, Vanesa y Fátima, para que expliquen lo relativo al móvil de Fernando que intentó desbloquear Emilio, marido de una de ellas, que también solicitan que sea citado ya que manifestó haber escuchado a Cristián decir: "Me ha buscado la ruina", en el transcurso de una fuerte discusión.
Un vigilante de la estación de Toledo
También otras dos residentes que sostuvieron en su día haber visto a los menores el día de su huida en el mismo edificio donde vivía su expareja. La última declaración que solicitan es la de un vigilante de la Estación de Autobuses de Toledo que manifestó haber visto a los dos menores el 11 de diciembre, un día después de su desaparición, y le consultaron qué vehículos salían hacia Madrid y cómo se llegaba al Barrio de Santa Bárbara.
Por otra parte, el letrado pide que se requiera a las compañías telefónicas el listado de llamadas y los datos de la ubicación de los principales sospechosos. Buscan conocer su posicionamiento entre las 10 horas del 1 de diciembre de 2022 y las 10 del 27 de enero de 2023. También han solicitado el registro de antecedentes penales y policiales de los componentes de esta familia.
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