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Pamplona presenta en las primeras horas de este 6 de julio un aspecto inusual en comparación con cualquier otro 6 de julio. La pandemia del Covid-19 ha motivado la suspensión de los Sanfermines, que debían haber arrancado este lunes a las 12 horas con el tradicional chupinazo y esa suspensión ha hecho que, a primeras horas de la jornada, la ciudad tenga una imagen completamente distinta a la de cualquier día 6 de julio.

Suspendidos los Sanfermines 2020 por la pandemia del coronavirus

Ambiente de un día laborable

Un equipo de 120 Minutos ha comprobado en las calles que el ambiente es completamente distinto a cualquier otro año. Los pamploneses no renuncian a salir a las calles, si bien lo hacen manteniendo la distancia y las medidas de seguridad.

Así, la mayoría de ciudadanos ha renunciado a vestirse de blanco, al menos al inicio del a jornada, aunque en el centro de Pamplona sí puede verse a algunas personas ataviadas con la vestimenta tradicional de Sanfermines. Tampoco hay mesas en la calle para los almuerzos, una posibilidad que ha prohibido el Ayuntamiento.

Del mismo modo, no se ven multitudes de vecinos ni visitantes camino del centro para asistir al inicio de las fiestas y los bares presentan un aspecto de tranquilidad. Por ello, la ciudad presenta un aspecto más propio de cualquier día laborable de las últimas semanas.