Investigadores españoles han publicado en The Lancet Healthy Longevity uno de los mayores estudios realizados hasta ahora sobre los superancianos, aquellos que con más de ochenta años pueden recordar eventos cotidianos y experiencias de la vida como alguien de 20 a 30 años más joven.
La función de la memoria de la mayoría de las personas disminuye gradualmente a medida que envejecen; sin embargo, ellos parecen poder evitar ese deterioro relacionado con la edad.
La investigación, encabezada por Marta Garo-Pascual, del Centro de Alzheimer de la Fundación Reina Sofía, sugiere que ese grupo tiene más probabilidades de tener una mayor velocidad de movimiento que el resto de ancianos, además de tasas más bajas de ansiedad y depresión.
"Ahora estamos más cerca de resolver una de las preguntas más importantes sin respuesta sobre los superancianos: si son realmente resistentes al deterioro de la memoria relacionado con la edad o si tienen mecanismos que les ayudan a superar este declive mejor que sus compañeros”, ha explicado Garo-Pascual en 20 Minutos.
Los hallazgos del estudio sugieren que los superancianos son resistentes a estos procesos, aunque las razones precisas de ello aún no están claras.
Las resonancias magnéticas se suman a la evidencia de que estos tienen más materia gris en regiones clave vinculadas a la función de la memoria y en una parte del cerebro implicada en el movimiento, indica el estudio.
El nivel general de materia gris en áreas clave de ese grupo también se degeneró más lentamente a lo largo de cinco años que en los ancianos. Además, no se detectaron diferencias en biomarcadores o factores de riesgo genéticos para enfermedades neurodegenerativas en ninguno de los dos grupos.
Esto sugiere que los superancianos son resistentes a los procesos relacionados con la edad que conducen al deterioro de la memoria.
Este grupo de personas coincidió en declarar que su estilo de vida en la mediana edad era, en general, más activo, estaban satisfechos con la duración de su sueño y tenían más probabilidades de tener una formación musical, aprendida o como aficionados, que el resto de gente de su edad.
José Augusto García, presidente de la Sociedad Española de Geriatría, cuenta en 120 Minutos que siendo España el segundo o tercer país con mayor esperanza de vida, también nos exponemos a tener “más personas con situación de dependencia o enfermedades crónicas”.En cuanto a estas investigaciones, y los posibles fármacos y tratamientos que se desarrollen en el futuro para combatir el mal envejecimiento, frenando las enfermedades propias de esa edad, asegura que se planteará un debate ético: “¿Será financiado por la sanidad pública, será para todos?”, se pregunta.