Todo comenzó el pasado sábado. En una respuesta de Vox a un tuit de la portavoz socialista Adriana Lastra. En ese tuit decían que el gobierno promueve "la pederastia" con fondos públicos.
La red social se puso en contacto con la formación política para avisarles de que había quejas, pero que, en principio, no incumplían las normas de funcionamiento. Sin embargo, días después los responsables decidían suspender temporalmente la cuenta de Vox, por incitar al odio. Esto significa que no pueden tuitear ni retuitear, solo mandar mensajes a sus más de 400.000 seguidores. Desde Vox piden explicaciones por este cambio de posición de Twitter. La formación dirigida por Santiago Abascal denuncia censura y considera esta acción de la red social un ataque a la libertad de expresión. Así lo ha dejado claro su portavoz en la Asamblea de Madrid, Rocío Monasterio.