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Los conductores, empresarios y representantes de los autobuses privados, o de transporte discrecional, se han unido este jueves en las protestas por las restricciones de Madrid Central, porque, según aseguran, su implantación ha “destrozado” el sector al que pertenecen.

Ataviados con chalecos amarillos, al modo de los manifestantes en Francia, se han manifestado en los límites de esta APR puesta en vigor por el Ayuntamiento de Madrid. Lo han hecho en Atocha, justo delante de las dos líneas rojas que marcan el límite. Allí han formado una nueva línea, esta vez humana y con chalecos amarillos.

El Ayuntamiento no les hace caso

Aseguran que no pueden realizar su trabajo y que tal y como está organizado Madrid Central puede acabar con sus puestos de trabajo.

Piden poder pasar con los autobuses para recoger o desembarcar turistas que vayan a hoteles dentro de ese perímetro, como, por ejemplo, en la Gran Vía.

"No nos consideran transporte público y para ellos estamos en el limbo"

Conductores y empresarios se quejan de que el Ayuntamiento ni siquiera se ha reunido con ellos para tratar el problema: “Simplemente nos están haciendo el vacío”, dicen. “No nos consideran transporte público y para ellos estamos en el limbo. Lo que pretenden es que pase el tiempo a ver si se calman las cosas”, subrayan.