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Las colas del hambre siguen siendo una realidad en Madrid que pone rostro a los estragos económicos de muchas familias a causa de la pandemia.

Más del 50% de las familias que atiende Cruz Roja debe elegir entre comprar comida o calentar la casa

Lo comprobamos en la parroquia de San Juan de Dios de Villa de Vallecas, donde se ayuda a los vecinos con entregas mensuales de comida. Se llegan a repartir hasta 80.000 kilos de comida en varios turnos.

"La primera vez lo pasé mal, nunca imaginé que tendría que venir aquí", nos cuenta una demandante de ayuda.

Manos Unidas apela a la solidaridad como “la mejor vacuna contra el hambre y la pobreza, una pandemia mayor que el Covid”

"Gracias a ellos estoy sobreviviendo, porque estoy sola y sin trabajo", nos cuenta una de las personas que ha encontrado en esta parroquia un balón de oxígeno para remediar, al menos temporalmente, su situación. "Al principio lo pasé mal, nunca me imaginé que vendría aquí".

El padre Gonzalo, responsable del dispositivo, agradece la labor de los voluntarios de todo Madrid que ayudan a que las familias puedan recoger "alimentos de primera necesidad". "Hacemos posible este milagro, que es un milagro", nos dice.

El nivel de los demandantes en este momento es muy bajo detalle el padre Gonzalo. "No tienen ni para pagar una habitación, ni siquiera el piso", concluye.