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Magacín informativo en directo presentado por María Rey, con el análisis y el debate sobre los asuntos de política y actualidad que preocupan en Madrid.

En la primera parte de nuestro programa os contamos todos los pormenores de la noticia del día: la ministra Reyes Maroto ha recibido un sobre con una navaja ensangrentada. Es una amenaza más tras las sufridas por el ministro Grande-Marlaska y por Pablo Iglesias.

La carta-amenaza a Reyes Maroto tenía un CD que evitaba que la navaja apareciera en el escáner de seguridad

La Comunidad de Madrid restringe la movilidad en cuatro zonas más y la levanta en cinco a partir de este lunes. Una de las zonas restringidas es Eloy Gonzalo, una de las zonas con más terrazas de hostelería de la capital, donde según los vecinos se incumplen sistemáticamente ante la ausencia de información a pie de calle y controles policiales. Durante el fin de semana fue difícil encontrar algún hueco libre entre sus 5.138 sillas disponibles en veladores.

La de Eloy Gonzalo es la mayor zona de ocio de Madrid confinada hasta la fecha. En su barrio y medio (abarca todo Trafalgar y la mitad de Almagro) reúne cines, teatros, tiendas de todo tipo, grandes parques infantiles y terrazas, muchas terrazas: las de la calle Fuencarral, las de Olavide, Almagro, Luchana, Martínez de Castro, Sandoval. en total son 1.655 mesas y 5.138 sillas, según datos del Ayuntamiento de Madrid. Parecen muchas, pero este sábado, a la hora del vermut, era difícil encontrar un hueco libre.

Hoy llegan vacunas de Pfizer y AstraZeneca, con un objetivo: mantener el ritmo.

Gran duda, segunda dosis de AstraZeneca en profesores y fuerza de seguridad. Comenzaron a ser inoculados con AstraZeneca el 10 de febrero, y a 120.000 personas les corresponde la segunda dosis en menos de diez días. Hoy hemos hablado con representantes del colectivo de docentes.

Incertidumbre entre los profesores menores de 60 años con la primera dosis de AstraZeneca

Y continúa la investigación sobre el sobre con tres balas enviado al candidato Pablo Iglesias.Los sindicatos dudan de que las cartas con balas pasaran los controles por «error» de un vigilante. Hoy hemos hablado con representantes del sector de vigilantes de seguridad.