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Fueron muchas las noches que pasó Albert Rivera fuera de su casa durante su etapa como presidente de Ciudadanos. En este programa de ‘A un metro de ti’ cita a Euprepio Padula en el hall de uno de los tantos hoteles en los que se hospedó cuando era político. Unos años que recuerda con mucha felicidad, pero que a la misma vez le desgastaban física y emocionalmente, como nos ha confesado: “Vivía en el AVE. Decía a veces en broma que tenía una segunda residencia con vistas al campo”.

Albert Rivera abandonó la política en 2019, cuando Ciudadanos perdió 47 escaños en las elecciones generales.

Tras el desastroso resultado electoral, el que fuera líder de la formación naranja tuvo que lidiar con la decepción e impotencia que genera semejante debacle: “El fracaso hay que saber gestionarlo y trabajarlo. Yo en 12 horas decidí marcharme, no solo del cargo y del escaño, también de la política” y solo tenía 39 años cuando tomó esta decisión que se tornaría definitiva.

Lo que poca gente sabe es que Albert Rivera estuvo preparándose para este posible mal resultado electoral durante meses: “Lo preparé emocionalmente y entonces esa dimisión que la gente vio en esa rueda de prensa tenía un trabajo previo emocional que yo había ido trabajando. No fue una cosa que esa noche electoral tuviera que abordar si no, seguramente lo hubiera gestionado mal. Como yo estaba sumiendo que eso podía suceder, tenía un plan B”.

Durante el tiempo que duró su preparación, el catalán se dio cuenta de que había vida más allá de la política: “Podía volver a la sociedad civil y emprender. Tenía otros retos en la vida”. Gracias a esto, logró tomarse el fracaso electoral con “muchísima más filosofía”.

¿Cómo ha cambiado su vida desde entonces?

Ahora “estoy feliz”, confiesa. “La política es muy dura”. Mientras estaba al frente de su partido le costaba mucho sobrellevar la presión, la toma de decisiones y el escrutinio público al que siempre estaba sometido. Todos estos factores fueron determinantes a la hora de tomar la decisión de abandonar la política y retomar su carrera como abogado: “No tienes una lupa puesta cada minuto del día, ni las redes sociales encima. Nadie se inventa cada minuto algo sobre ti que tienes que desmentir. En política había días en los que tenía que dar 3 ruedas de prensa o desmentir 3 cosas o poner 8 tweets al día. Estoy muy liberado de esa presión permanente”.

Ahora tiene nuevos proyectos profesionales, aparte de continuar con su carrera de abogado y convertirse en el nuevo presidente ejecutivo del reputado bufete abogados Martínez-Echevarría, Albert Rivera también se ha incorporado al patronato del Centro Cisneros, un centro adscrito a la Universidad Complutense, para crear junto a ellos un instituto de liderazgo. “En el mundo de la empresa, en la política y en muchos otros ámbitos me parece una faceta a desarrollar y es lo que vamos a hacer”.