La Real Academia Española actualiza de manera anual el diccionario con el objetivo de no retrasarse en la inclusión de nuevas acepciones y disponer de un lenguaje rico.
Además, también realiza modificaciones en las palabras ya incorporadas.
Como afirma el presentador de Alta Tensión, Iñaki Urrutia, estos cambios suelen traer consigo polémica entre los hispanohablantes ya que muchos no están de acuerdo con esta modernización.
Trolear, murciégalo o palabro son muchas las acepciones que pueden resultarnos incorrectas, y en cambio son incluidas en el vocabulario.
Asimismo, algunas de ellas no han sido incorporaciones recientes sino que se encuentran en el diccionario desde hace siglos. Es el caso de almóndiga, recogida desde la edición de 1726.
Confusión en el significado
Aunque generalmente estas polémicas palabras suelen tener el significado que popularmente se le da, hay algunas que pueden estar recogidas con definiciones diferentes a las que se tiende a otorgarles.
Por ejemplo, apechusques cuyo significado es sinónimo de utensilios.
Joja, Josué, Olga y Emilio deberán superar un panel compuesto por alguna de estas palabras. ¿Serán capaces de diferenciar las correctas de las incorrectas?