Estrellas de cine, espías de la II Guerra Mundial y la más alta sociedad han pasado por este emblemático salón de té que fundó en 1931 Margarita Kearney Taylor, una mujer con visión empresarial que eligió este estratégico local, rodeado de embajadas, para abrir un negocio que continúa en plena forma, transformado ahora en restaurante y tienda gourmet.