La calle de Valencia se adentra en el corazón de Lavapiés, desde la Ronda homónima hasta la Plaza de Lavapiés. Sus vecinos nos enseñan con orgullo su querida calle. Están encantados de vivir en este barrio tan castizo, aunque ahora, nos dicen, casi no conocen a ningún vecino.
Casi al acabar la calle encontramos el Teatro Valle-Inclán que en otros tiempo, cuando era cine, acaparaba gran parte de los ratos de ocio del barrio.