Vídeo: Redacción | Foto:Telemadrid
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Las calles del Madrid, en especial las más turísticas, tienen una cara mucho menos amable que la que aparece en cualquier guía turística.

Miseria, prostitución, explotación sexual, mendicidad, carteristas, descuideros, manteros... Es el día a día de esa otra cara de Madrid. Terreno abonado para las mafias que se aprovechan de la situación de vulnerabilidad de muchas personas sin recursos para lucrarse.

Un mercado negro controlado por clanes que incluye a las propias personas. Un mendigo mutilado puede llegar a pagarse a 30.000 euros entre mafias.

La prostitución, tanto femenina como masculina, es ejercida incluso por menores. Los proxenetas ofrecen sus servicios a los transeúntes en pisos cercanos a las calles principales.

Los productos pirateados es otra de las grandes preocupaciones de los comercios que no pueden evitar ver a vendedores ilegales ofreciendo copias ilegales a precios sin competencia.

La Plaza Mayor se llena cada noche de personas sin hogar que utilizan los soportales como un incómodo e improvisado dormitorio al aire libre, algo similar a lo que ocurre en la Plaza de Ópera.