La Guardia Civil ha capturado a una banda que se dedicaba al robo de catalizadores, una pieza que se monta en los coches desde hace más de una década y que cumple la función de retener partículas contaminantes que se generan tras la combustión. Pero no es eso lo que interesa a los "cacos", sino los materiales de los que están hechos: rodio y platino, que consiguen buenos precios en el mercado. El problema es para los conductores, puesto que reponer la pieza es muy costoso.