"Estamos muy mal... Es como si fuera un hijo nuestro. Imagínate cómo podemos estar todos los docentes..." Son palabras de una trabajadora de la guardería de Aravaca donde una niña de 16 meses falleció asfixiada al quedarse atrapada entre barrotes de madera cerca de la piscina.
La profesora asegura que el centro sigue su ritmo habitual y se queja del trato informativo que, a su juicio, están recibiendo.
Mientras, un juzgado ha abierto una investigación para ver si hubo negligencia, pero la trabajadora asegura al programa que "la niña salió bien del centro, salió viva".